¿Alejandro o Macario?

No es lo mismo llamarse Alejandro o Roberto, que Macario, Ataulfo o Nicasio. No es lo mismo subir en un Boeing, que en el avion Plácido Domingo. No es lo mismo pasar las vacaciones en Pepino (Toledo) o Ajo (Cantabria) que en Sevilla o Almeria. Y tampoco es lo mismo viajar en el Queen Mary que en el Pitina.

Está claro que un buen nombre da categoria, da forma, define a la persona o al objeto. Un nombre es fundamental para llamar a las cosas por lo que son. Y hay uno que nos va a definir para el resto de nuestras vidas: el nombre que nuestros padres eligen al nacer. Por eso, a la hora de elegir es importante tener en cuenta el apellido, comprobar que es fácil de escribir, pronunciar y recordar, o no dejar llevarse por las modas del momento (nombres sacados de telenovelas o nombres de deportistas) Además, es recomendable dejar las pasiones personales a un lado y tener cuidado con los nombres ideológicos como Idea o Paz (en Italia, a la mujer del fundador del Banco Mediobanca sus padres le pusieron Idea Socialista)

Para los más indecisos, existe una aplicación para Iphone, Kick to Pick, que permite a los bebes nonatos elegir su propio nombre. Todo lo que los padres tienen que hacer es poner en marcha el generador, colocar el teléfono en la panza, y esperar a que el pequeño proporcione una gran patada. La aplicación monitoriza los movimientos del bebé, y cualquier gran golpe que se detecte detendrá el generador, y revelará lo que el bebé ha elegido.

Los nombres de las cosas

No sólo las personas necesitan un nombre. También las cosas. El pasado martes, Iberia bautizó con el nombre de Plácido Domingo a un Airbus A340 de su flota de largo radio. Un homenaje al tenor español que este año celebra su 70º aniversario y 50 años sobre los escenarios de todo el mundo. La compañía aérea suele poner nombre a la mayoría de sus aviones; por ejemplo hay una flota que lleva nombres de especies protegidas: lince ibérico, oso pardo, etc.

Los animales son otro campo muy granado para los nombres. Embajador, Ventoso, Sombrerero, Codillero, Comunista, Gamberro. Son nombres de toros. El toro hereda su nombre de la madre, pero en masculino. Por ejemplo, Avispado viene de la vaca Avispada, Velador de Veladora.

Aún así, los nombres mas auténticos los encontramos en el urbanismo. ¿Te imaginas vivir en la calle Con faldas y a lo loco, o Salsipuedes, o en Cagaderas de la Luisa? ¿O haber nacido en Guarromán (Jaen), en La Cazurra (Zamora) o en La Colilla (Ávila)?