Abandonar
ABANDONAR
No hará mucho tiempo que tuve la suerte de visitar la escuela de equitación de Jerez, y compartí con sus entrenadores, cuidadores y jinetes una de las jornadas más bellas que recuerdo.
Entrelazadas con las voces de los caballos -porque no eran relinchos sino voces ,los sonidos que nacían de las gargantas de tan poderosos animales - percibí las aterciopeladas órdenes de sus entrenadores. Órdenes parecidas a las que los buenos padres dan a sus hijos cuando quieren evitarles un mal , o cuando quieren advertirles del peligro .Órdenes que eran consejos más que órdenes.
Esos caballos que se sienten amados , que desde la intimidad de sus cuadras miran al hombre como a un amigo más que como a un dueño... Esos caballos que son artistas de élite , que representan a nuestro país por todo el mundo, que son embajadores de una ancestral cultura de convivencia entre el hombre y el animal... Esos potentes y delicados caballos jerezanos...son los mismos caballos que vagan como almas en pena en un prado de Galicia abandonados ...encarcelados , despreciados y humillados , condenados a una muerte inmerecida, expuestos en un escaparate dantesco ,que en nada difiere del corredor de la muerte de cualquier cárcel norteamericana.
Atrapados en un cepo semejante al que se pone a los vehículos mal aparcados para impedirles huir , con los ojos desorbitados de tanto llorar , con la melena muerta sobre el cuello de desesperación...Mudos de tanto tragarse un continuo y repetitivo mantra...¿Qué he hecho Yo?....¿Que he hecho yo?....Esos caballos han sido abandonados por sus amigos los hombres, porque según dicen éstos ya no tienen dinero(poderoso caballero)para correr con los gastos de su manutención.
Abandonados a la muerte ,que no a su suerte, ...lo cual ,si cabe, es todavía mucho más cruel . Ni siquiera tienen la oportunidad de huir monte arriba y recuperar así su estado natural....Aquel que les hizo grandes mucho antes de que el hombre descubriera que montados a sus lomos podían derrotar enemigos...conquistar ciudades...construir ferrocarriles o apostar fortunas en eventos sociales en donde los sombreros eran más importantes que los cerebros que protegían del sol.
No hará mucho tiempo que tuve la suerte de visitar la escuela de pastores de Arantzazu en Gipuzkoa , y compartí con los chavales que aprenden el pastoreo y con los magníficos perros pastores que allí viven otra de las jornadas más bellas que recuerdo.
Era impresionante presenciar como un solo perro en cuestión de minutos era capaz de reunir un rebaño de cien ovejas testarudas y llevarlas ...traerlas...conducirlas...pararlas...estabularlas...volverlas a meter....a sacar ...con una precisión y con una estrategia que ni el mismísimo Julio César hubiese soñado en la conquista de la Galia .La unión , la perfecta simbiosis entre el animal y su dueño era verdaderamente enternecedora .... Jamás he visto tanto amor ...tanta lealtad... tanta entrega a cambio de tan poco ...a cambio de respeto y cariño .Tan solo eso.
Esos perros que son el mejor amigo del hombre ,son los mismos perros...los mismos galgos con distintos collares que ,abandonados por sus dueños, ahorcados en la rama de un árbol con nocturnidad y alevosía esperan que la muerte ponga fin a su sufrimiento. Esos galgos mudos de tanto tragarse un continuo y repetitivo mantra...¿Qué he hecho Yo?....¿Que he hecho yo?. Esos veloces galgos ..esos galgos flacos y agudos ... no volverán a levantar el polvo del camino con su potente zancada... No volverán a caminar erguidos como Zares rusos...No volverán a ser glosados ni por Machado ni por Delibes . Morirán Al alba ...al alba porque sus dueños ya no tienen ,según justifican ellos, posibilidad económica de correr con los gastos de su manutención . Morirán abandonados por sus mejores amigos ...los hombres.
No hace mucho tiempo....La mujer que yo quiero , y que se dedica a cuidar ancianos ...!Noble tarea!... Ante una de mis quejas cotidianas propias del que se sabe a salvo en un mundo de comodidades extremas y de placeres infinitos, me contó una historia acerca del abandono verdaderamente increíble :
Cierta tarde soleada de primavera acudieron a la recepción de la residencia donde trabajaba una familia compuesta por un abuelo octogenario, un padre y una nuera. Estos dos últimos mostraban la prisa propia de aquellos que frente a una ventanilla desean acabar cuanto antes con los trámites burocráticos de cualquier entidad bancaria . El primero...el abuelo...miraba sonriente a las enfermeras en silencio, y agarraba con la poca fuerza que a su edad le quedaba una antigua maleta, una maleta de esas que encierran toda una vida...esas maletas vividas y viajadas....una de esas maletas.
Inscrito el abuelo ...y la familia ,sin lugar a dudas, camino de la playa o de cualquier otro sitio, con esa expresión en el rostro de "no volveremos más por aquí", con esa mueca indeleble que llevan en el alma los que abandonan a sus seres queridos.... cumplido como digo el tramite burocrático... la mujer que yo quiero acompañada de una asistenta social y un celador , acompañaron al abuelo a su habitación , le sentaron en una butaca frente a una ventana a través de la cual se veía el horizonte, y mientras los recuerdos del hombre se fundían en esa delgada línea que separa el cielo de la tierra ...el bien del mal , mi "Santa María de los nonagenarios" abrió la maleta que el celador había depositado encima de la cama y cuál no sería la sorpresa de todos los que en la habitación estaban , cuando comprobaron que la maleta estaba vacía ...absolutamente vacía ....si acaso quizás llena del abandono de una familia egoísta y criminal.
Ayer cené con mi hijo y le dije medio en broma medio en serio:
Juan ...si algún día me tiene que internar en una residencia no olvides meterme en la maleta la película Spirit...!esa de los caballos que a ti y a mí nos gusta tanto!, el calendario de los Galgos ...!ese en el que me fotografié con los perros que se habían salvado en el último momento de una muerte certera, y que tuvieron la suerte de ser acogidos por mujeres y hombres de bien!... y un cartón de Marlboro Light. ¡Ah...y por supuesto que la residencia la dirija mi Santa ,que al fin y al cabo es la única que sabe aguantar las manías de este anciano prematuro¡.
¡Qué cosas dices -respondió mi hijo!...!Yo nunca te abandonaré!
Te creo, le respondí emocionado por su pronta reacción.
Pero creer es otra historia , y yo si ustedes quieren , el próximo domingo se la contaré encantado




