"Creer"

Soy una de esas personas que con cincuenta años puede afirmar que es un creyente.

Y no es que sea ingenuo ....que no lo soy, es que creo que siempre he necesitado aferrarme a cualquier realidad a mi alcance ,aunque se tratara de una realidad ficticia.

No se si será , porque desde niño ,la timidez hizo que me recluyera en la intimidad de mis pensamientos , antes de lanzarme al mundo exterior a apreciar y poner en cuestión todos los fenómenos normales e incluso alguna vez paranormales que ocurrían a mi alrededor; o porque me pasaba las horas muertas viendo en la televisión películas y seriales que hablaban de magia , de manos mágicas, de túneles del tiempo , de invasores que tenían el dedo meñique mas tieso que el mástil de un velero , de ancianos escayolados que se quedaban atrapados en un denso y caliente asfalto, de seres estrambóticos que en vez de llamarse Manolo o Pilar , que es como se llaman las personas normales ,se llamaban Capitán Tan ....o Valentina.

No se si será , porque desde que tengo uso de razón recuerdo que en mi casa todos los jueves se llevaban a cabo unas peculiarísimas reuniones de una especie de secta a la que pertenecía mi madre ( mi madre siempre ha sido una mujer muy avanzada a su tiempo) que se llamaba SILVA MIND CONTROL....reuniones en las que los participantes se relajaban y entre todos mandaban energía positiva "programaban" como ellos decían a niños enfermos ...muy enfermos , que incluso en algunos casos mejoraban y todo.

La programación servía lo mismo para un cáncer que para un examen de conducir ...

Y mientras tanto yo ,que escuchaba detrás de la puerta el silencio mas absoluto que se producía entre unas diez personas juntas en una habitación no muy grande de mi casa, imaginaba que los oficiantes ,incluida mi madre ,se iban a levantar de sus asientos con el dedo meñique increíblemente enhiesto...al tiempo que embarcarían en una nave espacial camino de Saturno ....para que yo pudiera al fin disponer del salón para mi ...para tirarme en el suelo a ver las historias para no dormir del gran maestro de maestros Don Narciso Ibáñez Serrador.

Creía en esa secta de iluminados a la que pertenecía mi madre....ya lo creo que creía...

Y también creía con todas mis fuerzas que Maribel Martin ,actriz irremplazable en los sueños voluptuosos de mi infancia, podría algún día enamorarse de mi locamente....tan locamente como yo lo estaba de ella a los 10 años....Creía firmemente que si algún día tuviera que dar la vida por ella lo haría sin titubear .

Cierto día ,mas en concreto ...un siete de Enero del año 1968, 53 niños estábamos en la clase Elemental B del colegio Menesiano de Madrid esperando a que llegara el profesor ...un tal don Edmundo, quien se estaba retrasando algo así como un cuarto de hora, lo cual era raro en él ...un hombre serio, taciturno, y muy muy puntual .

Los niños hablábamos, en voz bastante alta, de la navidad...de los regalos...de las notas ...de esas cosas que hablan 53 niños inocentes en una clase un siete de enero...¡De qué íbamos a hablar!.....

De pronto la puerta de la clase se abrió de golpe y un destartalado y ebrio ...muy ebrio Don Edmundo encaminó sus torpes pasos hacia la tarima desde donde días antes dictaba sus lecciones sencillas... educadas... y humildes. Se movía con esa obstinación por la línea recta que sólo tienen los borrachos y algunos arquitectos vulgares.Subió a su púlpito y en un tono de voz que superaba con creces al que habíamos conocido a lo largo de toda nuestra vida estudiantil nos dijo:

-¡Que quede claro que los Reyes son los Padres!...-

Dicho lo cual se sentó en su silla , se quitó los calcetines, que por alguna extraña razón estaban empapados, los escurrió con ambas manos como si fueran limones , y esperó tranquilamente la llegada del prefecto quien se lo llevó de una pieza, como quien elimina de un escaparate un maniquí inservible.

No le volvimos a ver más.

Don Edmundo esa mañana no solo se llevó la ilusión navideña de 53 niños , sino que dejó en todos nosotros inoculada una duda que desde aquel día nos acompañó. Ese día 53 niños supimos que los adultos nos estaban engañando .Todavía no alcanzábamos a comprender el objeto del engaño...pero nos habían estado engañando años y años. Y esa tendencia a creer sin ambages en todo lo que se manifestaba a nuestro alrededor se empezó a debilitar como un Castillo de Arena al que la Marea va restando con cada ola un poco mas de su fortificación.

Dejé de creer en las historias de terror al mismo tiempo casi que dejé de creer en lo divino. Busque en los libros explicaciones científicas a todo lo que ocurría a mi alrededor .Empecé a creer con toda mi alma en que "creer" era algo ocioso ,y reaccionario,propio de personas holgazanas, y de viejas de sacristía. Empecé a creer en que el amor era un invento del cine Francés . Deje de creer en la Navidad y en todos sus ritos. Sustituí a Ibáñez Serrador por las retransmisiones deportivas . Poco a poco iba quitando de mi la necesidad de creer y me iba convirtiendo en un perfecto escéptico. Puse en duda el alunizaje de Armstrong . Pensé que la lotería de navidad estaba amañada. Dejé de pensar en todos los niños que se habían salvado gracias a las programaciones de la logia de mi madre , y empecé a pensar por el contrario en todos los que habían fenecido.

Me convertí en un niño estúpido que por culpa de la curda de un maestro se obstinaba en sepultar la ilusión con toneladas de realidad asequible.

Pero el tiempo pasa y como dice Milanés ....afortunadamente...nos vamos poniendo viejos. Y a día de hoy puedo decir que afortunadamente :

El paso de los años ...el amor fugaz y por sorpresa...la constante preocupación por el porvenir de mi hijo...la elegancia de Pep Guardiola. La tenacidad de Raúl González. La absoluta imposibilidad de dejar de fumar. Las historias de amor de Robert Wallser. El amargo placer de un buen gin-tonic. La lluvia de verano. La voz de Javier Ruibal. Un telón que se levanta . Que mi padre me protege desde no se donde , pero me protege . La democracia. La libertad de pensamiento . Que los amigos ...no necesariamente son para toda la vida...para desgracia de unos y de otros . Que no puedo entender Cataluña sin Joan Manuel Serrat. Del mismo modo que no entendería la noche sin Joaquin . O el día sin Sabina. Que nunca podré jugar una partida de ajedrez.Que el atleti algún día ganará la Champion's League. La seducción como estrategia . Que saldremos de esta crisis y caeremos en otras incluso peores. Y que el día en que me muera lo que mas me va a pesar es no poder volver a subirme a un escenario...... son unas cuantas de las cosas en las que yo creo .

¡Ah...se me olvidaba....y creo con toda mi alma en que si algún día me encontrara con Maribel Martín ...consiguiera vencer mi timidez y le dijese cuatro cosas bien dichas al oído , sin lugar a dudas caería rendida a mis pies !

Pero rendirse es otra historia ...y yo si ustedes quieren ...el próximo domingo ...se la contaré encantado