Hollywood las prefiere mulatas claras

El 28 de octubre se estrena Criadas y Señoras, una película ambientada en los años 60 que refleja la humillación a la que las amas de casa blancas sometían a sus empleadas de color. La actriz Viola Davis (candidata al Oscar por La Duda) asegura que en el Hollywood actual el racismo es más sutil: “Allí la discriminación es de todo tipo: si eres una mujer de 40 años y has perdido tu sex appeal, si tienes la talla 42, estás pérdida… En el caso de las actrices negras hay una gran diferencia entre los tonos del color de piel. No gustan las afroamericanas de piel oscura. Gusta más es el tono más claro, como el papel marrón, así es cómo lo llaman, piel de color papel. En Hollywood hay todo tipo de discriminación porque al fin y al cabo es un lugar donde la percepción es lo que cuenta. Y te puedo asegurar que se trata de percepciones muy básicas”. Viola Davis no se ha mordido la lengua en entrevista que ha concedido a la Cadena SER.

Criadas y Señoras ha sido la película sorpresa del verano en Estados Unidos, donde ha sido número 1 en la taquilla durante cuatro semanas con más de 15 millones de dólares de recaudación. Está basada en la novela de la periodista sureña Kathryn Stockett que narraba su experiencia personal con las niñeras negras que criaron a varias generaciones de niños blancos. Es un melodrama coral dirigido por Tate Taylor que ha insistido en quitarle importancia a la defensa de los derechos civiles: “El aspecto político es el telón de fondo de Criadas y Señoras. En realidad yo creo que a la gente le gusta de esta historia son las relaciones entre este grupo de mujeres, donde cada lucha por sus problemas cotidianos”.

Aunque las estrellas y los nombres de relumbrón están en el lado de las señoras blancas -Emma Stone, Bryce Dallas Howard y Jessica Chastain-, son las intérpretes de color -Octavia Spencer y Viola Davis- las que tienen posibilidades para llevarse un Oscar por sus personajes de criadas hartas de tanta humillación. Olivia Spencer no podía evitar la sonrisa cuando se le menciona la palabra Oscar: “Seamos sinceros. Todos los actores soñamos con este premio, pero también hay que aceptar que está fuera de nuestro control. Lo mejor de esta película es que está hecha con amor como un buen bizcocho”.