"Lo confieso, soy tímido"

No son palabras huecas y cargadas de falsa modestia. Pertenecen Joan, un ex -tímido que esta tarde visita la Ventana. En realidad pasa de tímido a valiente para someterse a las preguntas y la forma de entender la vida de Víctor y Cristina, los protagonistas de Nicosia

El secreto de aburrir a la gente consiste en decirlo todo. Quizá sea por eso por lo que los tímidos generen a su alrededor un halo de misterio y curiosidad. ¿Qué es lo que no dicen? Y sobre todo ¿Por qué no lo cuentan? La semana pasada Cristina confesó sentir especial simpatía por los tímidos y su mundo, un mundo que desconocemos y que permanece escondido a ojos de una mayoría.

Esta tarde descubrimos cómo un tímido puede superar su condición. No hablamos del mero hecho de enfrentarse a una hoja en blanco o a una sala llena de gente, -son "miedos" comunes- sino de estos otros que no lo son tanto: esperar a que el portero de tu bloque vaya al baño para poder salir del edificio, ir al supermercado en horas en las que hay menos clientes para encontrarte con el menor número de personas posible, no usar el ascensor para no encontrarte con los compañeros de trabajo o vecinos o no viajar en transporte público para no sentirte observado son algunos ejemplos válidos para ilustrar esa condición

¿Cómo actúan dos tímidos unidos?. En la comedia romántica francesa "Tímidos Anónimos" dirigida por Jean- Pierre Améris y estrenada el pasado 28 de octubre, lo descubrimos. Es la historia del heredero de una antigua fábrica de chocolate y una talentosa maestra bombonera.La pasión puede unirlos, aunque sea en la ficción.

Si nos ceñimos a la ciencia, un tímido registra una mayor actividad cerebral. Lo han demostrado investigadores de la Universidad Stony Brook de Nueva York, de la Universidad del Sudeste y de la Academia China de Ciencias. Seleccionaron a 16 personas y les pidieron que confrontaran dos retratos similares para observar los detalles. La conclusión es que las personas tímidas perciben el mundo exterior de distinta manera gracias a la "Sensibilidad para la Percepción Sensorial" (SPS). Se fijan más en los detalles, necesitan más tiempo para observar y reflexionar antes de actuar. Además, normalmente les molestan el ruido y las multitudes más que a la media y son más sensibles a la cafeína.

La historia está llena de tímidos célebres. Agatha Christie, Jorge Luis Borges o Albert Einstein encajan a la perfección con ese adjetivo. Desconocemos si eran más sensibles a la cafeína, pero quién sabe, los tímidos se camuflan bien