Las críticas de 'La Script'. Los oscarizables se apelotonan en la cartelera de febrero
'Moneyball'. Ganar con el estilo de un perdedor, pero ganar / María Guerra


'Moneyball' es otra vuelta de tuerca a esa la obsesión americana de ganar. Ahora se trata de ganar con el estilo arrastrado del vaquero solitario, que no enardece estadios ni colecciona rubias y descapotables, pero que en el fondo de su alma lleva a un ganador descomunal. Las películas deportivas se ofrecen al espectador como una metáfora de la vida, que en este caso Brad Pitt dota de pliegues (muchas arrugas), matices conmovedores y convincentes. El equipo de 'Moneyball' está formado por lo más granado de Hollywood. Dirige Bennett Miller ('Capote', 2005) y el guion lleva la firma de dos plumas afiladas: Aaron Sorkin y Steven Zaillian, que arrancan con un personaje visionario, un lobo solitario que se enfrenta a la rocosa estructura de los viejos equipos de baseball y se propone cambiarlo con las teorías de un pitagorín de Yale, interpretado con impresionante firmeza y naturalidad por Jonah Hill, un actor vinculado a comedias burras como 'Todo sobre mi desmadre' (2010) y 'Supersalidos' (2005), y que aquí compone un personaje lleno de matices. La primera hora de la película resulta sorprendente al sortear el tono futbolero y la vieja letanía de la superación personal. Sin embargo, pasado el ecuador del metraje se zambulle en el topicazo del esfuerzo y despliega el alma americana con barras y estrellas. Y claro, a pesar de las lágrimas y las arrugas, sale a relucir la paranoia nacional –ganar por encima de todo- con lo que desluce una buena película de perdedor. No se puede elegir todo.
'Katmandú'. El talento de Verónica Echegui / María Guerra


Sin aspavientos. Discreta y sin parar de trabajar. Desde que en 2006 Verónica Echegui se metió en la piel de la poligonera en 'Yo soy la Juani' no ha parado de transformarse en todos los personajes que le ponían por delante ('El patio de mi cárcel', 'La mitad de Óscar') y ha salido triunfante de casi todos ellos. 'Katmandú, un espejo en el cielo' cuenta la historia de una profesora catalana que fundó en los años 90 una escuela para los niños parias nepalíes. Verónica Echegui, enferma durante gran parte del rodaje, llena de coraje y fragilidad el personaje de una joven siempre combativa y a ratos vencida por la crueldad ambiental. Rodada en Nepal, la película respira la autenticidad de los niños que se arremolinan entorno a esa novedad, que fue su profesora y, que ahora es la actriz. Sin embargo, a la película le falta el brío de un guion más intenso. Las situaciones resultan algo tópicas y les falta profundidad. Bollaín, cineasta especialista en dibujar sutiles mapas emocionales, se queda corta en los matices de las peripecias de personajes secundarios.
'Promoción Fantasma'. En la buena dirección / David Martos
Durante los últimos meses, en 'La Script' hemos hecho el papel de notarios con el cine español. Eso sí, cobrando lo mismo. En su día dijimos que 'Eva' abría de par en par las puertas de la ciencia-ficción, que la comedia burra 'Fuga de cerebros 2' era necesaria para la taquilla... y que 'Maktub' recuperaba para la cartelera ese género romántico y amable que se cultivó en los sesenta. Ahora llega a los cines 'Promoción Fantasma', que se sitúa a medio camino entre estas dos últimas, y por eso -porque ni es 'tan burra' como una... ni 'tan romántica' como la otra...- puede atraer también al público familiar a las salas. Si este cine español no triunfa... no sabemos cuál lo hará. 'Promoción Fantasma' cuenta la historia del instituto Monforte, un centro escolar en el que vagabundean unos fantasmas adolescentes que han quedado atrapados en el limbo por una razón que no vamos a desvelar. La directora del colegio es Alexandra Jiménez, una sufridora nata que ve cómo los fantasmas hacen volar objetos y asustan a los alumnos, echando por tierra la reputación del instituto labrada duramente por su padre. Además, cuenta con la oposición de Carlos Areces -el presidente de la asociación de padres- y de la consejera autonómica de Educación [interpretada por Elena Irureta], que quieren más disciplina... y menos fantasmas. Para solucionar el desaguisado llega al Monforte un profesor gafe que puede ver a los muertos, a quien da vida Raúl Arévalo. Entre los alumnos, muertos y vivos, están Andrea Duro y Aura Garrido ['Planes para mañana', 'Crematorio']. La película funciona. Tiene los toques justos de comedia ácida, de historia de amor y de 'revival' musical para mantener al espectador atento durante la proyección. No solo atento. ¡Tarareando! Porque a ver quién es el guapo que no tararea 'Total eclipse of the heart' de Bonnie Tyler al oír su musiquilla -aunque la letra no suene en ningún momento. Funciona también la química entre Raúl Arévalo y Alexandra Jiménez [que confesaba en su entrevista con 'La Script' haber disfrutado, casi jugado, durante el rodaje], y los roles de la pandilla de fantasmas, arquetipos del 'cine de instituto', no chirrían. Una comedia recomendablepara un fin de semana de pocos estrenos... pero con mucho que ver en los cines.
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