Glenn Close, una aristócrata del cine

Tras cinco infructuosas nominaciones, Close volverá a optar a alzarse con un Oscar por su brillante actuación en "Albert Nobbs", en la que interpreta a una mujer de la época victoriana que se tiene que travestir para sobrevivir en un mundo de hombres.

La película, basada en una novela del escritor dublinés George Moore, ha sido dirigida por Rodrigo García, hijo del escritor Gabriel García Márquez. En ella, Close interpreta un personaje que no le era para nada desconocido, a principios de los ochenta ya había dado vida al personaje en los escenarios de Broadway, y parece que le marcó tanto que se prometió a si misma que llevaría este personaje a la gran pantalla. Fue tal su empeño, que su interés no se quedó solo en la interpretación, Close decidió implicarse en la producción y en la escritura del guión, del que es coatura junto a John Banville y Gabriella Prekop.

Dicen que Glenn Close siempre quiso ser actriz, pero que ese deseo se hizo más perseverante cuando a los siete años vio en televisión una entrevista a Katherine Hepburn. Después de pasar varios años subida a los escenarios del teatro, Close decide dar el salto al cine. Una decisión más que certera. Su debut cinematográfico, con nada menos que 32 años, algo bastante inusual en la meca del cine, fue con "El mundo según Garp", una película de George Roy Hill con la que consiguió una nominación al Oscar a mejor actriz secundaria en 1982.

Los dos años posteriores, 1983 y 1984, Glenn Close también fue nominada como mejor actriz secundaria, por los largometrajes "Reencuentro" y "El mejor". En 1987, "Atracción fatal", de Adrian Lyne, le brinda la primera oportunidad de su carrera para alzarse con el Oscar a la mejor actriz principal, aunque esta vez, como todas las anteriores, Close se fue de la gala de ceremonia con las manos vacías. Un año después, con "Las amistades peligrosas", el Oscar volvió a llamar a su puerta en forma de nominación, pero tampoco hubo suerte.

"Albert Nobbs" puede ser la película con la que Glenn Close coseche su primer Oscar, un premio más que merecido, y no sólo por su espléndida interpretación en esta película, sino por la brillante y dilatada carrera que convierten a esta actriz de 64 años en una de las más grandes del cine.

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