Alexander Payne, en su mejor momento

Alexander Payne se siente "extremadamente afortunado por haber podido tener una carrera en el cine" y porque, todo hay que decirlo, su trayectoria ha progresado paralelamente a la recaudación en taquilla.

De origen griego, Constantinos Alexandros Papadopoulos nació hace 51 años en Omaha (Nebraska), ciudad en la que rodó sus tres primeras películas: 'Cudadana Ruth' (1996), 'Election' (1999) y 'A propósito de Schmidt' (2002). Con la cuarta, 'Entre copas' (2004), su talento como guionista y el de su colaborador habitual en estas labores, Jim Taylor, fue premiado con un Oscar y un Globo de Oro. Había consolidado su estatus de director respetado, "uno de los más apasionantes de Estados Unidos", decían los críticos. Sin embargo, dejó pasar siete años ("tampoco son una eternidad", se excusa Payne), antes de presentarnos su quinto filme.

Mezcla de humor y drama, 'Los descendientes' (2011) le llevó a Alexander dos años de trabajo. La novela en la que se basa, la primera de la hawaiana Kaui Hart Hemmings, le atrajo desde el principio. Incluso se puso en contacto con la escritora y le preguntó, por curiosidad, si tenía a alguien en mente para el papel principal: "ella dijo, 'me gusta George Clooney, hasta podría creer que es de Hawai'. Por supuesto, yo también hubiera pensado en él". Junto a Clooney ("no hay un solo actor que deje escapar la oportunidad de trabajar con Alexander"), una lista de nombres estelares como Reese Witherspoon o Jack Nicholson, atraído desde siempre por el humor cáustico y la complejidad del estilo emocional del director. Dos Globos de Oro y cinco nominaciones al Oscar, han hecho que Alexander Payne piense que está en su mejor momento y que "entre los 50 y los 75" quiera "ir más deprisa" y ampliar la escasa obra acumulada hasta ahora.