Haciendo memoria...

El 2020 los clubes de fútbol habrán pagado sus deudas.

A finales de los años ochenta la situación financiera de la mayoría de los equipos era catastrófica. Sus deudas con el Banco Hipotecario, Hacienda, la Seguridad Social y el Consejo Superior de Deportes se elevaban a 36.000 millones de pesetas y eso que en 1979 Hacienda había adaptado al fútbol el Plan Nacional de Contabilidad. Visto el caos, se puso en marcha en Plan de Saneamiento. Fracasó porque preveía las infracciones pero carecía de capacidad para sancionarlas. De fracaso en fracaso y al amparo de una ley intervencionista se crea la Liga de Fútbol Profesional a la que se da poder para gestionar el 7,5% de las quinielas, subvención que el Estado concede a los clubes hasta el año 2002, fecha en que según el Plan de Saneamiento los equipos tienen que haber amortizado sus deudas. Estamos en el 2012 y casi todos los equipos deben un pastón. Todo esto y mucho más lo se porque en 1996, con todos los equipos peleándose por el incipiente negocio de la los partidos por televisión, escribí tres largo reportajes para La Vanguardia tras hablar con decenas de personas. De aquellos reportajes rescato dos frases. Una sobre los presidentes de los clubes, dicha por Pablo Porta, fascista inteligente que presidió muchos años la Federación Española de Fútbol: "Son gorilas mientras no se les da confianza pero lo destrozan todo cuando la jaula se deja abierta". La segunda es de José Manuel Lara: "Por miedo a la reacción del socio las directivas toman decisiones económicas suicidas y la Administración no ha hecho nada por regular lo regulable".

Sigamos: las leyes de extranjería...

Escribí sobre la primera, en mayo de 1985. El 96 ya había otra. Y el 2000 una tercera. Y una cuarta el 2003. Siendo ministro de Interior, Mayor Oreja me dijo que una de ellas, no recuerdo cual, era imposible aplicarla. Y eso sin contar que las sucesivas leyes de extranjería han ido acompañadas el 2005 de una modificación del reglamento modificando lo modificado y, con nombres diversos, hemos tenido siete procesos, siete, de regulación de inmigrantes que han dado pocos resultados, entre otras cosas porque a los empresarios la inmigración ilegal les permitía contratar mano de obra barata. Una anécdota, Montserrat. La contó Manuel Ballvé, Catedrático de Derecho Administrativo, en una jornada sobre inmigración. Un policía le explicó que acompañando a Pekín a un chino expulsado de España este le apostó que volvería antes que el policía. Hagamos ahora una apuesta: ¿qué médico dejará de atender a un inmigrante ilegal que se presenta enfermo en su consulta? ¿Mandará en el médico la ley o su conciencia?

Continuemos por las leyes que iban a acabar con el exceso de gastos en farmacia.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

La farmacéutica, derrotada, le preguntó a la mujer si sabía que producto era el que prescribía la receta y la mujer, tras leerle la farmacéutica el nombre dijo: "Ay Dios, que son las bragas de mi hija". Así empezó el despilfarro en farmacia: con los pacientes entregando a la enfermera los cartoncitos con los fármacos que el medico debía recetar, entre los que se coló el cartoncito de las bragas. Fueron años en los que muchos médicos cobraban de los laboratorios comisiones llamadas tarugo. Siguieron las invitaciones a congresos turísticos. Gente maleducada sanitariamente exigía fármacos caros y almacenaba con avaricia irracional. Cada cierto tiempo, los gobiernos de turno decían basta, promulgaban decretos, leyes, planes de ahorro. Llevo años escribiendo sobre esto. Siempre acabó todo en fracaso. El Demonio Peludo, mi garganta profunda más querida, repetiría hoy lo que me repetía tras cada medida de ahorro, y siempre acertaba: "No tienen ni puta idea". Empezando, hoy, por la ministra.

Dicen que vuelve la fuga de capitales, ahora hacia Alemania.

En 1938 Franco firma el decreto sobre delitos monetarios. En 1957 Franco le confesaba a su primo que las pesetas seguían saliendo hacia Suiza. En 1977 el Senado debatió la fuga de capitales. El ministro García Díez dijo: "No sabemos cuantas pesetas hay fuera. Los capitales en el exterior no han reaccionado ante la amnistía. Solo han vuelto 500 millones". ¿No te suena a música de hoy, Montserrat? Se supo que diez instituciones distintas operaban, inútilmente, persiguiendo la evasión de capitales. Solo la oliva merecía tantos desvelos: en el árbol era materia de Agricultura. Envasada, entraba Comercio. Industria se sumaba al trajín al rellenar la oliva con una anchoa. Cuando la servían en el bar, Turismo caía también sobre ella. Lo de la oliva y la evasión de capitales lo he refrescado releyendo parte de los kilos de documentación propia que guardo sobre el tema. Nunca se debe tirar nada. En este país las cosas nunca se solucionan. Siempre retornan igual o peor que las dejaste. La fuga de capitales, sin ir más lejos.