Telegrama de Miguel Ángel Aguilar a Barack Obama

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Señor Presidente de los Estados Unidos de América, vuelve a comprobarse que los consulados y las embajadas son combustibles y pueden arder, como ha sucedido en Bengasi (Libia), y ha estado a punto de suceder en El Cairo (Egipto) y en Saná (Yemen). En Teherán las fuerzas del orden han sido más eficaces. Las legaciones diplomáticas españolas ardieron también en Lisboa (Portugal) el 27 de septiembre de 1975 y en Guatemala el 3 de diciembre de 1999, donde murió el ministro consejero Jaime Ruiz del Árbol. Tarea urgente la de reconvertir el potencial polemógeno de las religiones monoteístas.




