Telegrama de Miguel Ángel Aguilar a José Tomás

El código iframe se ha copiado en el portapapeles
La apoteosis de Nimes quedará para la historia. Fueron seis toros de seis s ganaderías acreditada a los que el maestro se enfrentó con el arte y la sabiduría que le han situado en la cúspide de la torería de nuestros tiempos. Parar, templar y mandar, sin tremendismos fáciles, que provocan la histeria de los tendidos. Dominando a sus enemigos, convertidos en colaboradores de una lidia excepcional, por su elegancia medida, por su entrega valerosa, por su elección de los terrenos. Combinando la velocidad de la embestida con la lentitud asombrosa del capote y la muleta. Citando a la distancia justa para que el toro se arrancara sin porfía. José Tomás, la rareza del genio.




