El caso del simio sabio: Una teoría reciente y elegante
La Universidad de Pennsylvania convocó en 2004 a un grupo de periodistas especializados en ciencia para difundir la hipótesis más reciente sobre la evolución humana. como en tantas ocasiones, los científicos habían tropezado con un dato ajeno a la investigación que realizaban sobre una degeneración muscular. Estudiaban genes relacionados con una proteína que se encarga de la formación de musculo.
En una parte del genoma que había sido tratada por los investigadores como residuo, descubrieron un gen que estaba inactivo en los humanos pero que estaba intacto en algunos simios como los chimpancés y los monos macacos. El gen, llamado MYH16, se encarga de producir músculos en la mandíbula que definen la fuerza para masticar y morder. Los investigadores piensan que la inactividad de este gen hizo que el cráneo ya no necesitara los grandes rebordes óseos para anclar músculos tan potentes. así fue quedando más espacio para que el cerebro pudiera crecer y evolucionar hacia el Homo que nos precedió.
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El director del equipo de la Universidad de Pennsylvania que realizó el estudio, explicó que "Es la primera diferencia funcional genética que encontramos entre los humanos y los simios. Además, y más importante, al comparar estos cambios anatómicos con el registro de fósiles que tenemos disponibles nos dimos cuenta que aparece en el momento preciso en que comienzan a surgir cambios evolutivos en los homínidos". La doctora Nancy Minugh-Purvis, paleoantropóloga del equipo en Pennsylvania cree que "dos millones de años atrás es precisamente cuando el Homo erectus salía caminando del continente africano".
El director del equipo de investigación, matizó que "No sugerimos que la mutación del gen dio lugar al Homo sapiens, más bien eliminó un impedimento que había inhibido hasta el momento el crecimiento cerebral".