¡Que inventen ellos!

En 'Hoy por Hoy' hablamos del "cataclismo" por el que podría atravesar el órgano científico más importante de nuestro país (CSIC).

¡Qué inventen ellos! Decía Miguel de Unamuno hace más de 100 años. Una frase tergiversada y mal interpretada pero que resultó lapidaria a finales del Siglo pasado. Una sentencia que parece cosa del pasado, pero que vuelve a la actualidad, si cabe, con más fuerza.

Y es que ya se habla de "cataclismo" porque, de seguir por la misma línea, el mayor organismo de investigación de España, el CSIC podría dejar de funcionar. También lo haría todo lo relacionado con esta entidad, que aglutina a más de 100 centros de I+D con una plantilla de 15.000 trabajadores.

De esta manera 100 millones de euros, que es lo que reclama el órgano científico más importante de nuestro país, simbolizan el declive de la investigación científica en España. Todo, después de haberse labrado una exquisita reputación tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

El pasado día 30 de julio, la organización 'Ciencia con futuro' consiguió recaudar 235.000 firmas para salvar al CSIC del colapso económico; firmas que fueron presentadas ante el Ministerio de Economía y Competitividad.

En 'Hoy por Hoy', hemos conocido qué es el CSIC, cómo funciona, qué aporta y cómo afectan los recortes al presente y al futuro de la investigación.

Han estado con nosotros nuestro compañero Javier Gregori; el profesor de investigación del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa del CSIC-UAM, Ginés Morata y el exministro de Sanidad y Consumo y actual director del Departamento Células Troncales en CABIMER Bernat Soria. Precisamente, el exministro de sanidad, que además es un investigador reconocido, ha puesto sobre aviso de la diferencia entre el lenguaje de los científicos y el lenguaje de los políticos. Escuchamos la entrevista:

Además, para explicarnos en profundidad el tema, hemos hablado con Francisco Vega, investigador del Instituto de Biomedicina de Sevilla y Diego Llusía, investigador del Museo de Ciencias Naturales.

Todo, para que sigamos ¡inventando nosotros!