El libro de Manrique y los 20 hijos de Bach
Leyendo a Manrique, actividad que ha inspirado a más de una generación de voluntariosos plumillas, me aborda la sensación de estar leyendo sobre una etapa ya pasada: la edad de oro del disco como eje central de la música. Una época gloriosa que generó infinitas estrellas que crearon la gran mayoría de leyendas del rock y otros derivados. Manrique no solamente fue testigo de ello, su cronista, también fue uno de los mejores redactores de una época, la del periodismo musical, que poco a poco termina de extinguirse atacada desde demasiados flancos y con escasez de ideas para la batalla final, algo que el propio Manrique ya comentó durante su genial encuentro con Juan Puchades en Efe Eme.
Manrique siempre contó con un gusto exquisito abierto a muchos tipos de músicas de distintos orígenes que transmitía con un estilo claro, directo y elegante. La curiosidad siempre ha sido la mejor cualidad de un periodista y ella ha sido la que ha llevado al autor por distintos caminos, por rutas poco transitadas. ‘Jinetes en la tormenta’ es un libro que bien podría ser obligatorio en los colegios, pero para ello deberíamos vivir en un país que valore la Cultura, que la defienda y la impulse sin ejercer de padre controlador y autoritario, amigo de sus amigos. Los jinetes de Manrique son un perfecto manual para todos aquellos que quieran viajar con la música, entender su historia, la de sus protagonistas y todo desde el rigor de un profesional que ha creado escuela desde la radio, pero sobre todo desde las páginas de ‘El País’, páginas que ahora se han juntado con criterio para dar forma a un libro que se antojaba necesario, un mapa, una guía, una hoja de ruta para curiosos y melómanos.




