Llega la hora de la política

Cataluña amanece este jueves mirándose en las fotos, las imágenes de la impresionante cadena humana que este miércoles atravesó esta comunidad de norte a sur reclamando un referéndum sobre la independencia en 2014. Vimos en la calle familias enteras, niños, padres y abuelos, muchos jóvenes y eso que vagamente denominamos clase media. 1.600.000, según la Generalitat. Hay quien discute la cifra. Da igual. Muchísimos en cualquier caso.

Ampliar

Cerrar

Hace un año fue una sorpresa y en aquella Diada que precipitó las elecciones daba la impresión de que junto a la reclamación independentista había mucho enfado, muchas protesta de una comunidad muy castigada por los recortes y la asfixia económica. Y aunque muchos de esos problemas, el paro o la pérdida de servicios públicos, permanecen o se han agravado. En lo ocurrido este miércoles no hay dudas: la cadena que atravesó Cataluña pedía nítidamente el derecho a decidir y muchas voces, la independencia.

Fuera de la cadena, otros catalanes, con los que también hablamos, explicaban sus razones en contra. Nunca fue más cierta la frase de que es la hora de la política, la política que hasta ahora ha sido incapaz de dar respuesta a un movimiento social que acumula ya dos impresionantes demostraciones de fuerza, a la que hay que sumar la manifestación contra la sentencia del Constitucional sobre Estatut que muchos sitúan aquí en el impulso inicial del movimiento.

Este jueves es ya 12 de septiembre y en el Congreso de los Diputados se aprueba una ley muy esperada, la ley de Transparencia, que nos va a permitir a todos acceder a todos los datos de la Administración. España es el único país de nuestro entorno que no tiene esta herramienta democrática. Todavía está en el aire cuántos votos conseguirá de la oposición, en función de las enmiendas que admitan los populares, pero también porque mientras se tramitaba la ley de transparencia los populares han tumbado todas las iniciativas parlamentarias para aplicar la transparencia al caso Bárcenas.