
La discreción no puede sustituir al debate

Pepa Bueno, durante la presentación de la nueva temporada de Cadena SER, en la que dirigirá - junto a Gemma Nierga - 'Hoy por Hoy' / CADENA SER
Termina una semana intensa en España. Una semana que nos ha enfrentado al mayor reto político de los últimos tiempos, tras la confirmación de que se consolida en Cataluña un amplio movimiento social que quiere una consulta soberanista. Este jueves decíamos que ha llegado el tiempo de la política y los políticos han hablado en las últimas horas, sí. Artur Mas sigue atrapado en su laberinto pidiendo al Gobierno que permita en 2014 una consulta que quiere que sea legal, mientras el Gobierno central niega totalmente esa posibilidad.
Y en el Gobierno central empiezan a vislumbrarse dos posiciones, no sabemos si estratégicas o improvisadas. La del ministro de Exteriores, Garcia Margallo, y otros dirigentes populares que también dicen, aunque en voz baja, que hay que escuchar a la calle en Cataluña y buscar una salida. Y otra posición, la que podría calificarse de oficial que se empeña en repetir la obviedad de que tienen que escuchar también a las mayorías silenciosas.
Claro, pero ¿y a la no silenciosa? ¿A la que sale a la calle multitudinariamente? ¿A esa qué respuesta le da? ¿Qué alternativa? ¿Qué vía? ¿Qué camino le señala? Y al resto de los españoles, ¿qué modelo le propone el Gobierno? Negociar discretamente está bien, a veces es imprescindible, pero el momento que vivimos precisa de discursos políticos públicos y nítidos.
Lo que no quiere decir simples, porque la situación es compleja. Ya lo sabemos y la mayoría de los ciudadanos lo entiende así. Pero la discreción no puede sustituir a la iniciativa política, ni al liderazgo, ni al debate general sobre un asunto que no sólo afecta a Rajoy y a Artur Mas, ni a sus partidos, nos afecta a todos.
Y al levantar la mirada más allá de nuestras cuitas internas encontramos una Europa paralizada a la espera de las elecciones en Alemania que serán la próxima semana. Anoche hubo Eurogrupo, hoy hay Ecofin, es decir, los ministros de Economía de la zona euro y los de la Unión Europea están reunidos y la agenda, no pequeña, va desde el nuevo rescate a Grecia a la unión bancaria, pasando por la revisión del rescate a nuestra banca.
Pero no tomarán decisiones hasta saber quién asume el mando de la locomotora. Lo que no quiere decir que la política de austeridad a ultranza descanse: en Portugal, la pensión de los jubilados que cobren más de 600 euros, se reducirá un 10%. Aquí, en España, el Consejo de Ministros aprueba la reforma de las pensiones.
La discreción no puede sustituir al debate
