El Barcelona se apunta al contraataque

En el Camp Nou se medían por primera vez en la historia en partido oficial el Barcelona y el Ajax, dos equipos con influencias recíprocas y que se han ido retroalimentando de forma constante en los últimos 30 años. Y lo hacían precisamente en un momento en el que ambos equipos andan en busca de un rumbo algo perdido | Así te hemos narrado el partido

Tata Martino dejó a Xavi en el banquillo -por primera vez en Champions desde 2011 frente al Viktoria Plzen- y apostó por un equipo más vertical, con Alexis acostado en la banda derecha en busca de sorprender a la joven defensa holandesa. El Ajax de De Boer, trastocado con la marcha de Eriksen, es una oda a la juventud, apuntalado en puestos claves con jugadores experimentados como Poulsen.

Que jueguen dos equipos con filosofías tan parecidas suele derivar en partidos algo toscos. Sin espacios y ambos presionando muy arriba la salida de pelota del rival, el juego arrancó atropellado. Cesc e Iniesta no atinaban a controlar el juego y el partido rápidamente se convirtió en un intercambio de golpes, algo a los que es muy tendente este Barça de Martino.

Bojan era la gran amenaza del Ajax, que junto a Sigthorsson intentaban hacer dudar a los centrales blaugranas a la contra. El Barcelona se estiraba en jugadas aisladas con balones a Neymar y Alexis. El brasileño, pegado a la izquierda empieza a recordar al primer Ronaldinho, que desde ahí oxigenaba el juego del equipo cuando éste se atascaba. Aun así el Barcelona iba a zarpazos, apenas tenía continuidad.

En un error infantil de la zaga franjirroja llegó el gol del Barça. Duarte zancadilleó a Messi en la frontal del área en una falta que quizás era evitable. El argentino agarró el balón y lanzó un misil al lado del Vermeer, que nada pudo hacer tras rebotar el balón en el poste. Desde ese momento, sobre el minuto 20, el Barcelona quedó algo deslavazado, con mucho espacio entre la medular y los centrales.

Algo le ocurre al Barcelona en este curso, ha perdido ese magnetismo que durante años llevaba ejerciendo el control del juego y la pelota. El Ajax dispuso de dos claras ocasiones antes del descanso, pero se encontró a Valdés, que posiblemente sea lo mejor del equipo en la actualidad. Primero detuvo de forma brillante un remate de Van Rhijn a centro de Bojan, minutos más tarde atajó un chut algo inocente de Duarte desde el punto de penalti.

El Barcelona se apunta al contraataque y derruye al Ajax

En vista de que los estilos se superponían y el brillo no aparecía, Martino cambió el guión en la segunda mitad. Ordeno a sus jugadores que esperaran algo más atrás con la idea de salir a la contra y buscar la retaguardia del Ajax. Y la idea funcionó. El partido se deshaogó. Hacía años, quizás desde la época de Bobby Robson, que el Barça no planteaba un partido a la contra en casa.

El Ajax no supo manejar el balón, no fue capaz de llevar la manija del partido y se fue derrumbando poco a poco. Los ataques del Barça eran transiciones fugaces, jugadas que siempre acababan. Así Messi hizo su segundo de la noche. El tercero, algo también inusual y que deja claro que Barça y Ajax también comparten defecto, llego a balón parado. Piqué ganó por arriba a Denswil y Moisander una falta lateral e hizo el tercero.

Solo le quedaba a Messi el tercero, para equilibrar ese pulso que mantienen en el puente aéreo con Cristiano Ronaldo. Y culminó el triplete. Busquets lanzó el contraataque, dejó a Messi solo en la frontal y gol. 4-0. Salió Bartra por Piqué y Pedro por Neymar. El choque se tranquilizó y acabó languideciendo hasta el final, con el único sobresalto de un penalti muy bruto de Mascherano, que Valdés se encargó de detener de forma brillante.

Victoria del Barcelona y debut de Neymar en Europa. Primeros tres puntos para un equipo que sigue en busca de ese nuevo estilo que le quiere imprimir su entrenador. Mientras tanto, Valdés y Messi se encargan de sostener al equipo.

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