¿Reflexionamos demasiado?

Ante las próximas elecciones en Alemania y Portugal, Isaías Lafuente plantea en la polémica de hoy si la jornada de reflexión es verdaderamente útil.

Portugal celebra elecciones municipales dentro de 10 días. Y la Comisión Electoral de aquel país ha decidido extender el silencio de la jornada de reflexión a las redes sociales en donde no se podrá pedir el voto bajo pena de multa.

Se puede defender que ya que existe jornada de reflexión, ésta se respete en todos los ámbitos, incluso en la red. Pero también que dada su inutilidad, quizás lo mejor sería suprimirla.

En el mundo cada cual reflexiona a su manera. En EE.UU. y Gran Bretaña la campaña sigue viva, con alguna restricción, incluso el día de la votación. En Alemania, no llegan a tanto, pero no tienen jornada de reflexión. Por el contrario los argentinos, con dos días, y los mejicanos, con tres, son los que más reflexionan por decreto. En España llevamos 37 años reflexionando la víspera electoral.

La jornada de reflexión tiene mucho de liturgia y algo de paternalismo. Pero los ciudadanos ya somos capaces de pensar y mascar chicle a la vez. Así que en vez de enredarnos más, quizás sea el momento de que alguien reflexione, al menos 24 horas, sobre esta jornada de reflexión.

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