La promesa británica y el productor mágico
La irrupción de este joven de 19 años es lo mejor que le ha pasado a la música británica en años. Una joven sorpresa de familia humilde que ha conquistado al público con un primer álbum de folk rock que conectaba con el legado de Bob Dylan o Donovan desde el punto de vista de bandas como Artic Monkeys.
Hace cosa de un año, su primer disco llegaba al número 1 de la lista de ventas inglesa superando al esperado segundo álbum de Mumford and Sons o a Leona Lewis, la estrella del Factor X inglés. La sorpresa por el éxito de Bugg atrajo la atención de todos los medios. En doce meses había pasado de ser un completo desconocido a ser un rostro famoso que aparecía en grandes programas de televisión y que ha terminado por ser la imagen de marcas como Fred Perry.
La suerte de este joven de barrio obrero del norte de Inglaterra cambió cuando la BBC le seleccionó para actuar en el escenario para promesas del festival de Glastonbury en 2011. Aquella breve aparición le valió para conseguir su primer contrato discográfico y para que su nombre y sus primeras grabaciones empezasen a expandirse por la red. Un año y medio antes había abandonado sus estudios para dedicarse a tocar en todo tipo de locales, para centrarse en la música.
El chico no se ha acomodado con tanto elogio y ha vuelto al estudio para grabar junto a Rick Rubin, uno de los productores más cotizados, responsable de álbumes de éxito para Neil Diamond, Jakob Dylan o Shakira. Rubin será el encargado de lanzar la carrera de Bugg en EEUU donde todavía no ha llegado a lo más alto de las listas de éxitos. El joven inglés ha viajado a Malibu (California), a los estudios Shagri-La. Allí han dado forma a la segunda entrega de Bugg, un álbum que será mirado con lupa y que definirá el alcance real del impacto de la música de este chico rudo, poco hablador y tímido. La nueva entrega se ha grabado en directo, al calor de un estudio resguardado del mundo al que Bugg ha dedicado el título del disco. “Tenía algunas ideas que pensé que le iban a gustar a Rick”, explica el músico a NME. “Como artista te puedes poner a la defensiva sobre tu trabajo, pero no es así con Rick, él no trata de imponer nada y solamente trata de sacar lo mejor de cada artista”, añade Bugg. La fecha elegida para el lanzamiento será el 18 de noviembre, 14 meses después de su fulminante debut. La confianza y la suerte están de la mano de este chico llamado a devolver al rock, la guitarra y la canción a unas listas repletas de canciones enlatadas, sencillas y vacías.
