Ha Ha Tonka, el éxito y el mérito
Esa es la idea que Ondi Timoner refleja con gran acierto en 'Dig!' (2004), un magnifico y premiado documental que sigue durante 7 años a dos bandas de Oregón: una, The Dandy Warhols, acaba triunfando con un pop fácil y acertado, mientras que otra de mayor talento, Brian Jonestown Massacre, acumula decepción tras fracaso.
Desde hace unos años existe cierto debate sobre el éxito de los británicos de Mumford and Sons, una banda de folk que arrasó con 'Sight no more', su álbum debut de 2009. Los chicos de Mumford and Sons son buenos chavales, un tanto raros y arrogantes, pero su música, aunque haya trascendido al público generalista, está lejos de ser especial a pesar de que su primer trabajo contiene una buena cantidad de canciones directas, pegadizas y adecuadas para un directo intenso y divertido. Las dudas de los especialistas no van por ahí, por cuestionar la autenticidad de su música. Las fobias que se hayan podido ganar la banda de Marcus Mumford son por afinidad a otros equipos, si se permite el símil futbolístico. Resulta curioso, como en el caso de The Black Keys, que estas bandas, buenas en ambos casos, hayan terminado triunfando y otras no. El caso del dúo de Ohio ya lo hemos tratado con anterioridad y responde más al vacío dejado por bandas parecidas y coetáneas, como The Strokes o White Stripes, que triunfaron antes, asentaron la escena y el sonido, y se fueron dejando a The Black Keys solos y en el mejor momento de su carrera. El caso de los británicos es diferente ya que han llegado a lo alto de las listas de éxitos con su primer disco y haciendo una música muy estadounidense que otras bandas practican con más naturalidad, aunque con menos acierto a la hora de conectar con el público. Un paseo por cualquier edición o cartel del festival de Newport de la última década ilustraría fielmente esta idea. Ahí reside la cuestión que aviva el debate. Mumford and Sons no ha sido la punta de lanza que ha abierto las puertas del éxito a otras formaciones tan atinadas y en forma como The Avett Brothers, Old Medicine Crow o The Felice Brothers, únicamente Fleet Foxes se ha aproximado algo.
Es poco probable que esta banda trascienda al público ‘mainstream’ o que salga en la portada de las revistas de moda o corazón, su carrera correrá por otros caminos menos luminosos. Quizá algún día les toque la lotería, suene la flauta de la fama, y acaben, como The Black Keys, llenado pabellones en medio mundo. Aunque, después de todo, eso tampoco es lo más importante.
