¿Multar es la fórmula?
Cada día, Isaías Lafuente, propone el tema polémico de la jornada en 'La Ventana'
(CURRO SERRANO)
El Ayuntamiento de Madrid sancionará con multas de hasta 3.000 euros después de unificar en una Ordenanza de Convivencia diversas normas sobre prostitución, acampadas, mendicidad y mascotas.
La nueva ordenanza de convivencia del Ayuntamiento de Madrid persigue un catálogo amplio de actividades que van desde solicitar servicios de prostitución hasta pedir limosna o desde sacudir alfombras o escupir, hasta explotar a niños en la mendicidad. Solo tienen un común denominador, la infracción acaba en multa.
Más información
La convivencia ciudadana requiere normas y parecería sensato intentar poner coto a actividades que pueden resultar molestas para los ciudadanos. Pero el coto es tan pormenorizado que algún portavoz político se ha preguntado esta mañana si será lícito en Madrid meter el dedo en el ojo a un vecino, dado que no lo prohíbe la ordenanza.
Ironías aparte, sí que nos podemos preguntar si se puede perseguir una actividad sin intentar poner solución al problema que tiene quien acaba ejerciéndola. Y si la multa es solución única y universal para castigarla. ¿Es moral multar a quien pide porque no tiene nada? ¿Y tendrá alguna eficacia? Al mendigo que no pague, ¿se le embargará la cuenta que no tiene o se le desahuciará de la casa que ya perdió? Quizás otra ordenanza lo resuelva.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
¿Multar es la fórmula?
