El anuncio protesta que alquilaba un banco por 750 euros

Ayer por la noche, una mujer llamada Anita subió el anuncio de un piso a Idealista, la web de compraventa de pisos. El mismo está en el número 2 de la calle Goya. Es exterior, se permite fumar, admite mascotas, y cuesta 750 euros. Pero cuando observamos las fotos del piso, podemos comprobar que es un banco en la plaza de Colón.

El anuncio dice:

"Adelántate y alquila la casa que tendrá todo el mundo en España en unos años. De estructura clásica, con acabado de madera y hierro, éste estilo de vivienda ya está triunfando entre los ciudadanos de países como Grecia, Portugal e Italia.

Situado en una de las zonas residenciales más elegantes y prestigiosas del país. Un barrio popular, tranquilo, de categoría. Muy seguro y limpio (no encontrarás ni un papel, ni una botella en la calle).

Su tamaño reducido se compensa con su amplio jardín, ideal para pasar las tardes de verano... de primavera, otoño e invierno. Un jardín que te ofrecerá unas vistas increíbles. Con solo abrir los ojos podrás ver la inmensa bandera de tu país, el que te defrauda cada día.

Su precio es elevado, y aunque solo unos pocos pueden permitirse el lujo de pagar 750¤ por menos de 2 metros cuadrados, sabemos que hay grandes posibilidades de que muchos españoles terminen alquilando un piso así.

Aprovecha la oportunidad ¿Quién sabe si algo así costará todavía más en el futuro?"

El anuncio ha empezado a circular por las redes sociales y a hacerse viral hasta que en Idealista lo han visto y han decidido desactivarlo. Sólo ha durado 12 horas.

En realidad el anuncio era obra de tres publicistas que viven en Madrid, Íñigo Andiarena, Álvaro Navarro y Walter Belenky y no es la primera vez que lanzan un viral.

Ellos han explicado que es una forma de protestar por la nueva ordenanza ciudadana de Madrid, que tiene previstas multas por regar las plantas, por mendigar o por dormir en un banco. Denuncian que es una vergüenza que haya gente en la calle y que además se les multe. Según sus cálculos, eso hace que el precio más caro de alquiler por metro cuadrado sea el de las personas sin hogar.