Nicki Bluhm and The Gramblers: la carretera y el éxito de las ideas tontas
La carrera de Nicki Bluhm and The Gramblers dio un giro inesperado gracias a esas horas tontas de carretera. La banda de San Francisco comenzó a tocar versiones de las canciones que les gustaban, a grabarlas con un móvil y a subirlas a YouTube como las Van Sessions. Para ellos era un juego, una manera de matar las horas de viaje. “Estábamos de gira, en una gira muy larga, y nuestra furgoneta no tenía radio por entonces. Steve, el bajista, siempre lleva su ukelele durante las giras y andábamos haciendo el tonto con una canción y cuando le dimos forma a Steve se le ocurrió que podríamos filmarla y mandársela a nuestras familias a modo de recuerdo”, explica Bluhm a Sofá Sonoro.Aquel juego se convirtió en un éxito viral y sus grabaciones, caseras y con un sonido mediocre, empezaron a acumular miles, en algunos casos millones, de visitas. “Nos gustó la cosa, lo pasamos bien, y empezamos a hacerlas más a menudo para pasar las largas horas de viaje y se convirtió en algo muy divertido. Las canciones que elegimos son temas que nos recuerdan a nuestra adolescencia o que nos resultan nostálgicas. Creo que eso es lo que le gusta a la gente”, añade.
Ahora el grupo regresa con un álbum que llegó a las tiendas en agosto y que supone el tercer álbum para Nicki. “Grabamos el disco tocando en directo en el estudio y creo que eso le da un toque de calidad y de realismo. Es el primer disco que grabamos con la formación actual al completo de modo que refleja lo que somos como banda y lo que podemos hacer sobre el escenario”. Juntos han firmado un interesante disco que gana en vivo y que fluye entre el folk suave y las guitarras intensas con composiciones tan interesantes como ‘Hey stranger’, ‘Deep water’ o la genial ‘Revenous’.
The Gramblers son un grupo de amigos que se conocen desde hace años y eso facilita el trato y el trabajo. “Estar lejos de casa, de los amigos y la familia, se hace duro después de un tiempo. Por suerte somos una pequeña unidad familiar que funciona como una banda en la que todos dependemos del apoyo moral del resto. La verdad es que nos sentimos muy afortunados de poder hacer esto y eso lo hace más llevadero. Por otro lado, resulta increíble viajar por todo el mundo, poder conocer a gente nueva y visitar sitios espectaculares. Esparcir tu música por el mundo es algo muy especial”, resume la artista de San Francisco.
La ciudad del Golden Gate tiene mucho que ver en el sonido de la banda y en su forma de entender la profesión, además Frisco vuelve a ser una ciudad en ebullición como fue durante la segunda mitad de los sesenta. “La escena musical de San Francisco está muy activa hoy en día. Hay muchas bandas increíbles, grandes salas y muy buenos festivales, siempre hay algo interesante en marcha y además se ha ido expandiendo por otros condados”.
Ahora el grupo regresa con un álbum homónimo que llegó a las tiendas en agosto y que este domingo trae a Nicki Bluhm and The Gramblers a Madrid.
Twitter: AcardenalR
