Una familia de Tokio. Ozu revistiado

Una familia de Tokio / María Guerra  Ahora se cumplen 60 años del estreno de 'Cuentos de Tokio' y 50 de la muerte de su autor Yasujiro Ozu, el maestro del cine japonés que diseccionó con delicada sobriedad los sentimientos familiares y las tensiones generacionales posando su cámara en pequeños gestos de la vida cotidiana. Uno de sus discípulos, el veterano Yoji Yamada, a sus 82 años revisita la película cumbre de Ozu y más que hacer un remake, actualiza y lleva al Tokio del siglo XXI la misma historia de una pareja de ancianos que visitan a sus hijos Tokio y se dan cuenta de que su encuentro no es tan grato como ellos esperaban. Yamada se aproxima a la historia de Ozu desde la humildad de quien piensa que el viejo maestro dio en el clavo y reivindica su actualidad, por no decir, la eternidad del acierto. 'Una familia de Tokio' no tiene la potencia emocional de la película de Ozu -que en su tiempo fue absolutamente rompedora, al conseguir hacer una película de una tremenda hondura sentimental tratándose Japón de un país con una emotividad socialmente amordazada - pero sí que está rodada con la inteligencia y la sobriedad que nos revela que el legado de Ozu sigue más palpitante que nunca. Yamada retrata las mismas miserias y pequeñas vilezas de aquella familia japonesa de los años 50 y nos descubre sin alharacas que, los avances tecnológicos y la riqueza económica, no alteran en absoluto la naturaleza del ser humano. Esta nueva familia de Tokio es prescindible en sí misma, pero se alza como una película útil que tiende puentes a los grandes del pasado, de los que se puede seguir aprendiendo. María Guerra