Telegrama a Fernández Díaz

Señor Ministro del Interior, que los vigilantes privados puedan patrullar y practicar detenciones en las calles, conforme propone la ley patrocinada por su señoría, es la ruptura del pacto social y la proclamación del sálvese quien pueda pagárselo. El regreso a selva, a la ley del más fuerte. Desde Max Weber el Estado se define por tener el monopolio de la fuerza física legítima dentro de un determinado territorio. Que cada uno pueda ahora dotarse de mercenarios armados, con atribuciones que sólo corresponden a la fuerza pública es una desintegración social inaceptable.