Para seguir discutiendo

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Empieza el año del diálogo; lo propuso el Rey en su discurso de Navidad. El propósito del diálogo es ponerse de acuerdo; no es tan fácil. Requiere que el otro confíe en que acaso tú tienes mejores argumentos, o viceversa. Acordar significa ceder, y hay muy pocos que, como dice el filósofo Emilio Lledó, estimen que dentro de todo sí hay un pequeño no. Para dialogar hay que querer algo al de enfrente, confiar en sus argumentos. Y parece que, en este país que Goya dibujó a garrotazos, aún el contrario desea que se equivoque el otro. Para seguir discutiendo




