Alexis recupera el liderato de camino al Calderón

Levanta la voz por encima del resto desde el primer minuto de partido. Coloca a sus compañeros en los córneres, en las jugadas de estrategia. No deja nada al azar, es el primer defensor y el último. Víctor Valdés ha vuelto bajo los palos del Camp Nou y su presencia en sinónimo de seguridad, de tablas. Es un síntoma inequívoco de que el Barcelona vuelve a estar completo, sin extremidades mutiladas. Valdés lo volvió a confirmar frente al Elche y su marcha, en verano, lo ratificará | Repasa las mejores estadísticas del partido.

El equipo de Martino se presentaba a su última cita antes de visitar el Vicente Calderón con la necesidad de recolectar los tres puntos que le volviesen a colocar líder, en lo alto de la clasificación. Y lo hacía con la baja, todavía sin el alta médica, de Messi. Una ausencia que no precipitó los nervios del técnico argentino, quien dejó en el banquillo de inicio a Neymar. Agobios, ninguno.

Todo en un día en que se homenajeó a dos pérdidas recientes, Josep Seguer y Eusébio. El jugador luso destacó en los años 60, coincidiendo con la peor época del Barcelona tras la marcha del entrenador Helenio Herrera y de Luis Suárez. Los años negros desatados casualmente por la derrota en la final de la 'Champions' de 1961, frente a un Benfica donde daba sus primeros pasos 'La Pantera Negra'. En esa final no jugó Eusébio, sí lo hizo al año siguiente reeditando título frente al Real Madrid. En definitiva, un jugador de los que gustan ver por el Camp Nou.

El Barcelona comenzó pronto el homenaje con una gran jugada por banda izquierda de Alba, cuyo centro fue enviado a la escuadra por Alexis. El equipo catalán entiende el fútbol sin Messi como un juego de circulación y laterales que desdoblan por banda. Un estilo menos ceñido al desborde de la 'Pulga', con otros jugadores que toman la iniciativa.

Así llegó el segundo gol local, después de un disparo al palo de Boayke que pudo cambiar el signo del partido. Cesc, amo del frente de ataque en ausencia del argentino, apareció en tres cuartos de campo y levantó la cabeza para asistir al desmarque de Pedro. Con un toque evitó al portero, con otro alejó al Elche del partido. Un jugador diferente, alejado de los focos por su excesiva tranquilidad y su estilo callado, pero tan efectivo como el mejor. Aquel del que no se puede desprender el Barcelona. Bajo ningún concepto.

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En quince minutos se había resuelto el encuentro. Ayudado por un sistema de extremos que juegan como delanteros, con diagonales directas al marco de Toño, y un estilo atractivo planteado por Fran Escribá pero que en el feudo azulgrana pecó de ingenuo. Pedro, Alexis e Iniesta tuvieron en sus botas el tercero. Los locales jugaban en un metro cuadrado, haciendo bueno el despliegue de paredes, pero prefirieron dejar algo de su fútbol para la segunda parte.

A la vuelta, el Barcelona siguió dando con la tecla que le ha faltado encontrar en los últimos partidos de Liga. En Getafe se goleó, pero con un comienzo catastrófico. En Bilbao se cosechó la única derrota de la temporada, entre un juego descafeinado. En los dos choques falló la intensidad, pero sobre todo se perdió el control del partido. Contra el Elche, los culés no se desenchufaron en ningún momento y nada más pisar de nuevo el césped, Cesc arrancó un penalti a Sapunaru. Xavi tomó la responsabilidad y mandó directamente el balón fuera. Puyol no se lo creía en el banquillo, pero el Barça ni se inmutó, continuó con su fútbol.

El Elche no daba muestras de respuesta. Su estilo puede mejorar el nivel medio de la Liga, pero quizás sea contraproducente para visitar al Barça. Un conjunto que no se conformó con lo conseguido y siguió exigiéndose más. Pedro probó otra vez con una rosca exquisita, justo antes de servir en bandeja el segundo de Alexis. Iniesta conduce y profundiza para Pedro. Pedro de primeras para Alexis y Alexis cierra la jugada a puerta vacía. Uno de los mejores goles de combinación visto al Barcelona esta temporada.

Solo cinco minutos después, Alexis controló un balón en largo y recibió una dura entrada de Botía que podría haber significado su expulsión. Nadie iba a aguar la fiesta del chileno, que colocó la pelota, tomó carrerilla e hizo el tercero de su cuenta con un gran lanzamiento de falta. El Tata saltó, sonrió y aplaudió a su principal apuesta de la temporada. Completó su afecto con un cambio que levantó a gran parte del público blaugrana.

Los instantes finales transcurrieron entre triangulaciones de Iniesta, en búsqueda y captura por toda la defensa valenciana, con un penalti incluido que no quiso pitar Borbalán. El único que no premió el fútbol del manchego. El Barcelona se reencontró con su mejor fútbol justo antes de encarar el partido más difícil de la temporada. La visita al Vicente Calderón por la situación de la tabla y el nivel actual de los dos equipos invita a la ilusión. Bendita duda la que rondará la cabeza de Martino. Decidir entre Pedro, Alexis, Neymar y Messi es un infierno, sea cual sea el que se quede fuera será injusto.

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