Atlético - Barcelona: la Liga busca un líder indiscutible

Primero y segundo de la Liga se enfrentan este sábado en el Calderón. O mejor dicho, líder y colíder se ven las caras en el hasta ahora partido de la temporada en el fútbol español. Ambos han disputado 18 encuentros con un balance idéntico de 16 victorias, un empate y una derrota. Números idénticos pero sensaciones distintas. Los de Simeone, sabedores de que están en su mejor momento. Los de Martino, terminando de encontrar su mejor nivel de juego y esperando a un Messi que puede reaparecer en el momento más indicado.

Termina la primera vuelta de la Liga BBVA de la mejor manera que cabría esperar: con un enfrentamiento directo de los dos líderes. Barcelona y Atlético han hecho hasta ahora números de campeón, suman 16 victorias en 18 partidos y acumulan un total de 49 puntos. El rival directo de ambos, el Real Madrid, se encuentra a cinco puntos de ellos.

La diferencia de goles es lo único que diferencia a azulgranas y rojiblancos y lo que convierte a los primeros en líderes de la Liga y a los segundos, en colíderes. Los de Martino tienen 53 goles a favor y 12 en contra (+42). Y los de Simeone, 47 a favor y 11 en contra (+36).

Toda la temporada ha transcurrido con estos tintes de igualdad entre los dos equipos. Y lo hizo desde pronto, desde la Supercopa que el Barcelona jugó como campeón de Liga y el Atlético como campeón de la Copa. El equipo blaugrana se llevó el título por la mínima, es decir, por el valor que tiene el gol marcado en el Calderón por Neymar en la ida. En ese choque el resultado fue 1-1, con tantos de Villa -primero oficial con la camiseta rojiblanca- y el propio Neymar. La vuelta acabó con un 0-0 que les valió a los de Martino para quedarse con la Copa y a los de Simeone para hacer ver al mundo que el Atlético iba a ser un hueso duro de roer esta temporada.

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Así ha sido. Porque es normal que un equipo del nivel del Barcelona y el Real Madrid se dejen solo cinco puntos en los 18 primeros partidos de la temporada (el equipo blaugrana se dejó dos la campaña anterior en toda la primera vuelta). Pero no es tan normal que el Atlético esté en ese nivel. La última vez que logró el título, en la temporada 1995-96, con Radomir Antic en el banquillo, hizo 42 puntos en esos primeros 18 encuentros y terminó la primera vuelta con 45. Ahora, en el peor de los casos, la acabará con los 49 que ya tiene.

Pero como aquel Atlético en el Simeone era el jugador número 14, este equipo también se siente campeón. Y puede decir que lo es sin rubor. Porque desde la llegada de Simeone al banquillo ha levantado una Europa League, una Supercopa de Europa y una Copa del Rey ganada de la mejor manera posible para los rojiblancos: en el Bernabéu y ante el Real Madrid.

Le faltaba al Atlético la regularidad que exige la Liga, pero empezó a lograrla el año pasado con un tercer puesto sin discusión posible y en ella se ha terminado de instalar este año sacando adelante partidos de todos los colores -para el recuerdo, la victoria en el Bernabéu (0-1)- y apoyándose tanto en sus buques insignias -Diego Costa y Koke, entre otros-, pero también en hombres en principio menos relevantes como Raúl García. Eso no solo le ha convertido en un equipo solvente en España, sino también en Europa, donde ha sido, con el Real Madrid, el mejor conjunto de la fase de grupos de la Liga de Campeones.

Tras la filosofía del partido a partido que pregona Simeone y con la que ha contagiado desde a los jugadores hasta el propio presidente Enrique Cerezo, está un equipo reconocible y que no engaña a nadie en su planteamiento. Todo el mundo sabe que juega con la intención de no descomponerse en ningún momento -y menos con el resultado en contra-, de desesperar a su rival y de mantener los partidos siempre vivos.

El Barcelona también puede presumir de números, aunque su técnico, el Tata Martino, ha confesado en más de una ocasión que no ha logrado el nivel de juego que se le debería exigir. Pero ha habido factores que no se lo han puesto fácil. El más importante es el de las lesiones. El Barcelona ha sufrido una pequeña plaga que ha alcanzado a la portería, se ha cebado con la defensa, ha tocado a veces el centro del campo y se ha cebado con su principal referencia, Leo Messi.

El argentino, de hecho, volverá a la Liga en el Calderón dos meses después de su última comparecencia. Fue en el Villamarín ante el Betis. En ese encuentro volvió a sufrir molestias en su muslo izquierdo y tuvo que ser sustituido en el minuto 20. Hasta la fecha había disputado 11 encuentros -solo seis completos- en los que había hecho 8 goles. Ahora parte con una enorme desventaja respecto al jugador con el que ha rivalizado en las últimas temporadas, Cristiano Ronaldo, que tras su doblete ante el Celta suma ya 20 dianas.

El Barcelona ha echado en falta al argentino, como también a Víctor Valdés, que regresó en el último encuentro de Liga ante el Elche después de faltar a cuatro choques por una lesión. En uno de ellos, el de San Mamés, el equipo blaugrana sufrió su primera y única derrota del campeonato.

A pesar de sus dudas, de las ausencias y de la mejora que se espera de hombres como Xavi o Iniesta, el Barcelona parece que empieza a ver la luz a tenor de cómo viene resolviendo sus últimos partidos. Sigue teniendo como seguros a Busquets y Cesc y arriba está contando con un Pedro mucho más despierto, un Alexis que parece haberse reencontrado y un Neymar que quiere, con el permiso de Messi, ser cada día más importante para su equipo.

Pero si algo tienen los Atlético-Barcelona es que casi nunca vale nada de lo anterior y, como en todos los duelos plagados de estrellas, cualquiera puede romper el partido... o mantenerlo con vida. Es lo que tiene enfrentar a los Courtois, Juanfran, Koke, Costa, Villa y compañía con los Valdés, Alba, Busquets, Xavi, Iniesta y, en la reaparición más esperada, Leo Messi.

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