Un testarazo de Godín pone en ventaja al Atlético de Madrid

La transcendencia del envite y los 90 minutos por delante en el estadio bilbaíno restaron voracidad arriba a un partido competido, que prometía mucho en la víspera y aún más en el primer cuarto de hora, el momento más vibrante del encuentro, con dos conjuntos compactos, con muchos argumentos y también con ambición ofensiva | Repasa todos los números del Atlético 1 - Athletic 0

En 15 minutos, sin pausa, con más juego en los alrededores del área que en medio campo, con una competición incansable por cada pelota, hubo cinco ocasiones; dos para el Atlético, en un balón que se paseó a menos de un metro de la línea de gol sin rematador y en un tiro de Diego Costa al que respondió con agilidad Iago Herrerín.

Tres fueron para el Athletic, con Mikel Rico de inicio al mando de su fútbol, con Ander Herrera como fallido rematador en dos y con un lanzamiento muy inquietante de Ibai Gómez, pero el encuentro entró de pronto en una fase anodina, con los dos equipos anulados por sus contrarios hasta que el 1-0 del Atlético reactivó el duelo.

Lo animó concretamente Koke. El canterano, más irregular en los primeros partidos de 2014 que en su fenomenal primer tramo de curso, es un futbolista formidable, al igual que su capacidad como pasador. Su centro desde la banda derecha fue perfecto. Tuvo dirección, fuerza y el efecto que cualquier destinatario sueña para cabecear, en este caso Diego Godín, que lo culminó con un testarazo imparable.

Para ese momento, el minuto 40, Iago Herrerín había adivinado y ganado instantes antes un uno contra uno a Adrián, al que le faltó gol, quizá confianza, y que ya jugaba de delantero, más arriba que su posición inicial en la banda ante un competitivo Athletic, que echó de menos más profundidad. Se fue al descanso con 1-0 en contra.

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El segundo tiempo, que comenzó con dos cambios (Gabi por un Guilavogui intranscendente en el Atlético y Susaeta por Ibai en el Athletic), volvió a una fase de equilibrio. Ni uno ni otro querían que su rival saliera con el balón jugado, tampoco bajaron la tensión ni la intensidad ni perdieron la cara a un duelo aún por decidir.

Surgió de nuevo Iago Herrerín para frenar una ocasión de Diego Costa, tras un buen pase de Adrián y un fantástico centro largo de Toby Alderweireld. El belga golpea la pelota con precisión y maneja esa variante con soltura y eficacia. Fue un recurso más para el Atlético y su salida desde atrás, con el Athletic siempre pendiente.

El equipo madrileño, asegurado por su firmeza defensiva, optó también por el contragolpe; el conjunto bilbaíno, más necesitado en ataque, por la posesión de la pelota, pero sin apenas llegada, sin casi ocasiones en la que aumentar su convicción para avistar el empate, sólo una jugada de Susaeta y un intento lejano de Ander.

No pasaba ya nada en las áreas. Ni con Aduriz en el campo, al que Valverde incluyó en el partido para la media hora final, ni con Arda Turan, que también saltó al césped en ese momento del encuentro. Pero el partido transmitía al Atlético una sensación parecida a la del pasado domingo con el Sevilla, porque el balón era visitante.

No le bastó al Athletic, tampoco falló el Atlético. Ambos se citan para dentro de seis días para definir el pase a semifinales de la Copa del Rey en San Mamés. Ahí se presenta el conjunto madrileño en ventaja y con sólo una derrota en 33 partidos oficiales. Ahí apela a la remontada el equipo bilbaíno, que ya lo hizo en casa a Celta y Betis.

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