¿Qué hacemos con Maisie? Simplificar es triste

¿Qué hacemos con Maisie? Escucha el reportaje de La Script que han actualizado y trasladado al Nuevo York actual la novela de Henry James escrita en 1897. La  tragedia de tener unos padres egoístas es eterna. Maisie es una niña de 6 años que asiste pacífica e increíblemente serena al cruento divorcio de sus padres que la utilizan como arma arrojadiza de sus batallas y rencores. La cámara se sitúa desde el punto de vista de la niña y la acompaña en su enloquecedor ir y venir de casas, acompañada por los gritos de sus padres, que con la misma rapidez cambian el alarido entre ellos al tono de meloso que le dispensan a la pequeña. Es impresionante el trabajo de la niña Onata Aprile - así como el del cómico inglés Steve Coogan-  que borda el personaje de ejecutivo ensimismado en su móvil, frío y ajeno a todo, llevando sus relaciones sentimentales con la misma superioridad y distancia con la que maneja sus negocios. A la veterana Julianne Moore le ha tocado el papel más ingrato todavía: encarna a una estrella de rock añosa que vive la maternidad en perpetuo estado de rabieta o ñoñería.  La dirección de actores es impecable, pero ‘¿Qué hacemos con Maisie?’ se hunde en el guion evoluciona imparable hacía un  final ultra conservador y apolillado que traiciona la obra de James.  Parecía que estábamos ante una película independiente, pero resulta que no. No cabe la amargura total y nos tenemos que conformar con un buen planteamiento.  Final con bajonazo. María Guerra