Venceremos

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Primero fue el barrio de Gamonal donde los vecinos han logrado parar un proyecto de especulación urbanística millonaria, han doblegado al empresario más poderoso de Burgos, han hecho claudicar al alcalde que amparaba a este corrupto, han puesto de rodillas al PP de la ciudad, han torcido el brazo de la servil prensa local, han hecho hincar la rodilla de los medios de manipulación de masas, le han ganado la batalla a la policía en las calles y han puesto contra la espada y la pared al PP nacional. Ahora ha sido la Marea Blanca en Madrid la que ha tumbado la privatización de la Sanidad madrileña después de más de un año de lucha, de huelgas, encierros, recogida de firmas, asambleas, actos, movilizaciones, hasta 15 manifestaciones y una batalla legal en los juzgados que ha terminado por desesperar al enemigo y le ha obligado a firmar la rendición del presidente de la Comunidad y la dimisión de su consejero de salud, humillados por los médicos, enfermeros y pacientes que pacientemente han resistido los reiterados intentos del PP de Madrid de tomar la Sanidad de todos para dejarla en manos de unos pocos. No tan sonada, ayer también cantamos otra victoria de la lucha social aunque muy amarga. La Justicia ha reabierto la investigación sobre la muerte por negligencia médica de la congoleña Samba Martine en el Centro de Internamiento para Extranjeros de Aluche en Madrid. La Audiencia Provincial reconoció que su fallecimiento se podría haber evitado si se le hubiera prestado asistencia necesaria. Y sobre todo si no existieran esos centros ilegales del Estado que son como Guantánamos dentro de nuestro territorio, añado. Esta decisión judicial es el resultado de una amplia campaña de apoyo a Samba y su familia, de reportajes, vídeos y hasta una obra de teatro impulsados por movimientos y activistas de defensa de los derechos humanos. Son pequeñas pero importantes victorias que nos recuerdan no solo que sí se puede sino que sí se debe. Debemos actuar porque no podemos aceptar la violación de los derechos de los ciudadanos ni de los derechos humanos. Debemos actuar porque podemos hacerlo aunque traten de impedírnoslo. Debemos porque si no serán ellos los que puedan, como se encargan de recordarnos cada día. Aún estábamos saboreando estas victorias, cuando el FMI nos recordó por qué tenemos que seguir peleando contra el FMI. El organismo internacional pidió ayer que bajaran aún más los salarios en España, que se igualaran los costes de despido de indefinidos y temporales y que los tribunales dejen de entorpecer la reforma laboral del gobierno. Por si quedaba alguna duda, así es como se da un golpe de estado financiero. También ayer Banco de España informó de que los desahucios no solo han bajado sino que aumentaron en 2013 sobre todo en la época de mayor actividad de la PAH. Pues eso. Cuando el capitalismo se siente atacado, se defiende atacando. Pero nosotros también hemos aprendido a contraatacar y a derrotarles. Por eso debemos. Debemos actuar porque además podemos ganar. Sería estúpido rendirse en ese caso, pero aunque la victoria no esté asegurada, sería indigno abandonar. Y tenemos que seguir intentándolo porque es mucho lo que hemos perdido y mucho más lo que nos queda por ganar. Ellos están empezando a perder porque no pueden ganar más. Como cantaba el gran Pete Seeger, que murió ayer después de luchar sin pausa durante 94 años, en lo más profundo de mi corazón, tengo fe, algún día hemos de vencer.




