El PP se rompe | 31-01-2014

Tanto amenazarnos desde el PP con que España se rompe y al final el que se está rompiendo antes es el Partido Popular. Precisamente, ambas rupturas están unidas. El gobierno está contribuyendo a romper España por Cataluña con su tozudo rechazo a dialogar con los catalanes y, entre otras razones, la rotura de Cataluña está provocando la salida del PP de quienes piensan que el gobierno debería ser aún más intransigente con los soberanistas. Es evidente que la estrategia de la no estrategia de Rajoy ante los problemas, le está haciendo un roto. No consigue mantener unida a España pero tampoco su partido. Cuando evitas los problemas, los problemas te acaban buscando. El presidente se encuentra ante una bifurcación. A un lado está la derecha más ultra, tramontana y españolista de su partido. Al otro, la brecha de Cataluña y la brecha social por la que se está despeñando la sociedad española. A los primeros trata de contentarlos con un facherío de leyes, la ley mordaza, la del aborto, la de educación, que tiran para atrás literalmente, tiran hacia el franquismo. Pero ni así consigue parar la hemorragia de los militantes de la extrema derecha que le abandonan y encima provoca desgarros internos. Cuando más radical está siendo el PP, es cuando los más radicales lo rompen y por las grietas que abren, están cayendo los más moderados. Sería más juicioso tomar el camino de una derecha moderada y dialogante que se acerque a los catalanes para intentar curar la herida que se ha abierto en Cataluña y las puñaladas que la crisis nos ha dado a todos. Pero ni la derecha española ha sabido nunca dialogar ni Rajoy piensa tender la mano a los heridos ni mucho menos piensa dar un paso hacia los catalanes, como dejó claro el pasado fin de semana. Rajoy ha tomado el camino a la perdición. Va detrás de la ultraderecha pero va demasiado lento como es él. Nunca les alcanzará y por ese camino puede perdernos a todos. Por ahí lleva a España al atolladero y a su partido al precipicio. El único remedio para nosotros es que el PP llegue antes al precipicio que España al atolladero. La buena noticia es que Rajoy empieza a verse acorralado. Su evidente influencia en la destitución de Pedro J. Ramírez al frente del periódico El Mundo por publicar los trapos sucios del PP y declararle la guerra es el zarpazo de la bestia herida que da sus últimos manotazos. Mucho me disgusta el periodismo que practicaba el ex director del segundo periódico del país, pero más aún la censura totalitaria de este gobierno que no sabe lo que es la democracia. Por el bien de esa democracia, espero que el PP se rompa y pronto. Vaya semanitas llevamos. Gamonal, la Marea Blanca, las primeras sentencias judiciales favorables a los preferentistas. Y ahora el PP se rompe. Últimamente, todo son buenas noticias.