El pudor escrito

España es también una fábrica de nostalgias. Hoy, por ejemplo, se cumple un aniversario más de la proclamación de la Primera República. Todos los días se produce la conmemoración de un hecho que iba a quedar en la memoria y luego viene el viento de la historia y le cambia el signo a las ilusiones. Ocurre con los diarios, uno escribe lo que pasó en el día y parece que es el inolvidable. Luego ni te acuerdas, ni entiendes tu letra. Eso dice Ricardo Piglia. El escritor argentino abre hoy al público su diario en una exposición con su amigo el pintor Eduardo Stupía, también argentino. El pudor escrito hecho arte público. Veánlo.