Hay que leer a Cortázar

El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Escribió Rayuela y nos regaló relatos que nos aprendimos de memoria, como versos de amor o cartas de batalla, y creó en torno a él una mitología que no cesa. Murió tal día como hoy hace treinta años, en París, la ciudad en la que se combinaron sus sueños y sus juegos. Ahora está en las librerías un homenaje singular a su persona de escritor y de cronopio, un álbum donde está siempre riendo y escribiendo, tocando la trompeta o haciéndole muecas a la vida. Esta noche, en la Casa de América, le recuerdan con jazz y con palabras. Queremos tanto a Julio. Hay que leer a Cortázar.




