Carne Cruda 2.0
Sociedad

Traición

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04:03

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Dijo la diputada del PP, Celia Villalobos, que no le gusta que le pidan que sea una traidora, que a ella le gusta dar la cara. Se refería al voto secreto de la sesión de ayer en la que se votaba la proposición no de ley del PSOE de retirar el anteproyecto de reforma del aborto. El PP dijo que votaría "en conciencia", no obligados por ninguna disciplina de partido. Menos seis abstenciones posiblemente suyas, 183 diputados y diputadas del gobierno votaron a favor de apoyar la reforma de Gallardón. Algunos no hicieron lo que les dictaba la conciencia sino la disciplina que es lo que sustituye a la conciencia en los regimientos y los regímenes autoritarios. Votaron sin conciencia que las mujeres no tienen conciencia. Votaron contra la conciencia. A Celia Villalobos no le gusta que le pidan que sea una traidora pero ayer traicionó a las mujeres y a su propia conciencia porque ella ha expresado su oposición a esa reforma. A Villalobos le gusta dar la cara pero ayer no dio la cara por la libertad de las mujeres. Ni ella ni muchos de sus compañeros y compañeras que dicen públicamente que no aprueban esta ley pero en secreto votaron a favor de que continuar su trámite. Hoy Villalobos ha dado la cara y ha dicho que espera que la reforma no llegue a buen puerto. Sin embargo, ella y los que dicen estar en contra, reman a favor cuando el capitán se lo ordena. Todos a una como Fuenteovejuna están apuñalando la libertad de las mujeres duramente conquistada. Todos a una como ovejas. Tenían la oportunidad de dar un ejemplo de democracia interna pero dieron un ejemplo de lo que no debe ser la democracia. No se puede mostrar debilidad ni disenso ante el enemigo. Hay que ser fuertes aunque se aplaste a los débiles. En esto ha quedado nuestro mal llamado sistema democrático: el partido antes que la conciencia, el partido antes que el debate, el partido antes que el pueblo. El partido por encima de todo. Por encima de todos y de todas. Como dijo Cospedal, es el PP o la nada. El PP es todo: el PP se arroga el monopolio de la democracia y la soberanía popular. Así lo dijo muy ufano Gallardón que iba tan sobrado con su victoria que le sobraba la voluntad del pueblo y llegó a decir que esta votación es "la expresión de la soberanía popular que reside en el Congreso". Olvida el ministro que la soberanía popular, como su propio nombre y la Constitución indican, reside en el pueblo. El pueblo en las calles y, lo que es más importante, en todas las encuestas, está mayoritariamente en contra de esta reforma. Si se le diera la opción de votar, de ejercer la democracia, le mostrarían al ministro que su voluntad no es esta reforma. Pero este gobierno piensa que la democracia es lo que se vota una vez cada cuatro años y lo demás sobra. No fue la única traición a la democracia de ayer. El gobierno también aprovechó su mayoría absoluta para rechazar una vez más la dación en pago y votó a favor de suprimir la justicia universal que permite juzgar delitos contra los derechos humanos en todo el mundo. Todos recordamos a la vicepresidenta llorar por los pobres desahuciados. Ayer los volvieron a traicionar ella y su partido. Ayer su partido recibió a la familia de José Couso que lleva más de 10 años luchando porque se haga justicia universal. También los traicionó el PP, como ante había hecho el PSOE, por cierto. Cuando un gobierno no da la cara por sus ciudadanos, es traidor a su pueblo.

 
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