La otra cara de Band of Horses
La aproximación acústica de la banda muestra otra cara de sus canciones, una cara más íntima que ha sorprendido a Bridwell que no esperaba editar un álbum acústico pero que terminó por seducir a todos. El cambio de guitarras, la ausencia de electricidad, marcan un sonido que te envuelve y arropa dejando que las letras de canciones como ‘Funeral’ o ‘Marry song’ predominen sobre el ruido.
El álbum, grabado durante dos noches de abril de 2013, muestra la otra cara de un grupo aplaudido por la fuerza de sus directos. Diez canciones que recorren los cuatro álbumes de estudio de Band of Horses y que te invitan a la ensoñación, a dejarse llevar, al descanso mental que supone poner un disco y no pensar en nada. “Hemos grabado muchos conciertos de la gira y estaba convencido de que editaríamos alguno eléctrico pero al revisar ese material nos gustó mucho el sonido acústico del concierto de Nashville. No estamos acostumbrados a tocar en acústico y nos sonó diferente”
En estos diez años, Band of Horses no ha dejado de crecer desde la escena independiente hasta conquistar al gran público americano. “Me siento muy afortunado por cómo nos ha ido en esta década y tengo mucho cariño por las canciones que nos han dado a conocer y que han atraído a la gente a escuchar más detenidamente nuestros discos”, confiesa Bridwell, un tipo que nunca se vio haciendo canciones y que admite que cuando las hace siente como si hubiese alguien dentro de él que hiciese el trabajo.
En este camino musical, Bridwell ha tenido referentes. “Hay gente que conozco de cerca y otros a los que admiro en la distancia. Hay bastantes. My Morning Jacket han gestionado su carrera de un modo admirable y siguen siendo muy creativos después de quince años. Neil Young me parece un ejemplo en todo. También Springsteen y sobre todo Willie Nelson. Son gente que ha hecho muy bien las cosas”.
Pero mantener esa coherencia artística requiere compromiso. “Hay artistas que han conseguido seguir siendo interesantes y tener éxito sin comprometer su obra o su integridad, pero es complicado. Creo que la clave está en ser humilde y no atraparte en tu propio mundo. Mantener un balance, tomar riesgos y no perder el horizonte de lo que quieres”. Ese el objetivo de Band of Horses, una meta noble y compleja que solamente se verá con el tiempo.
Ahora la banda regresará al estudio para dar forma a su próximo trabajo. “Este es un año de transición”, aclara el músico. “Si este directo funciona igual vamos de gira a Europa pero queremos tener la agenda despejada para poder trabajar en las canciones si prisa”, añade. Sobre el futuro, Bridwell se muestra confiado. “Lo hemos pasado muy bien en esta década y me encantaría seguir en esta banda y con la misma gente dentro de otros diez años, pero una década es mucho tiempo para un grupo de música y pueden pasar muchas cosas. Me gustaría seguir viviendo este sueño y que dentro de unos años mi hijas me puedan acompañar en las giras y así poder estar más con ellas”, admite el músico.
