El Atlético conquista San Siro en la última demostración de la efectividad del 'cholismo'

Un San Siro volcado con su equipo. Dos palos del Milan. La presión de la mejor competición de clubes del mundo. El Atlético sobrevivió este miércoles a todos estos factores para llevarse una victoria que deja encarrilada su eliminatoria de octavos de final de la Champions ante el equipo rojinegro. Courtois y Diego Costa volvieron a ser imprescindibles.

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Simeone eligió para la ocasión un once con Raúl García y Diego Costa secundados por Koke y Arda y respaldados por Gabi y Mario. Diego Ribas parecía un elemento demasiado alegre para un escenario como San Siro, en el que no conviene crecerse aunque el Milan no sea el Milan tantas veces campeón de Europa, sino un equipo lejos de los puestos nobles de la Serie A italiana.

El partido parecía estar destinado a convertirse en una batalla táctica entre el Cholo y Seedorf. Y fue así desde los primeros instantes aunque los atléticos quisieron asomarse pronto al área rival en una buena jugada de Diego Costa que Arda Turan no pudo convertir en ocasión de gol.

Milan y Atlético deseaban tener el control del partido sin por ello hacerse con el control de la pelota. Eso, sin embargo, no impidió que los acercamientos a las áreas se produjeran. Es más, Raúl García cayó en la del Milan reclamando un penalti que el portugués Proença no vio por ningún lado. Y tanto Balotelli como De Jong probaron fortuna con unos disparos que no inquietaron a Courtois.

Fueron solo fuegos de artificio, pero un aviso de, pese a las apariencias, el partido no era de empate a cero. Pronto quedó demostrado con un disparo de Kaká al larguero. Recibió el brasileño de Taarant y armó un tiro que tocó en un defensor para impactar en la madera en el primer gran aviso milanista.

Fue solo eso, el primer aviso. Porque a renglón seguido el Milan volvió a mandar otra bola al palo. Fue en un gran remate de Poli que rechazó Courtois para hacer que la bola prefiriera ir al poste en lugar de hacerlo al fondo de la red.

El Atlético lo estaba pasando mal en San Siro. Era evidente que pese a que sabe controlar muchos partidos como el que le estaba planteando el Milan, los de Seedorf le estaban ganando la partida. Prueba de ello es que el Atlético careció de ocasiones claras, cuando incluso en sus peores actuaciones siempre tiene alguna con la que matar al rival y dar la vuelta al partido.

Balotelli intentó que el Atlético no se fuera con vida al vestuario. Y antes del descanso intentó poner cerco a la portería de Courtois por tierra mar y aire. Primero rompió a Miranda y tuvo que ser parado en seco por un Mario Suárez que vio la amarilla. Posteriormente hizo una exhibición de clase con un disparo con el interior que rozó el palo derecho de la meta del belga. Pero no logró su fin y el Atlético, en lo mejor que le podía pasar en ese momento, se fue a tomar aire con el empate a cero en el marcador.

No le vino mal el descanso a los de Simeone, que siempre parecen recargar energías tras las charlas del Cholo. Probó fortuna primero Raúl García y luego intentó un disparo acrobático Diego Costa, pero no sirvió de mucho. De hecho, el Milan no se dejó intimidar y volvió a aparecer Kaká -que se dedicó precisamente a aparecer más que a jugar en este partido- para efectuar un disparo cruzado sobre la portería atlética.

El encuentro se convirtió en ciclotímico. A veces parecía que el Milan controlaba el partido. Otras que el Atlético se dedicaba a esperar su momento. Pero la verdad es que los de Seedorf pusieron más, obligados por la necesidad de hacer de la Champions su clavo ardiendo de la temporada, y se mostraron superiores la mayor parte del encuentro, sobre todo mientras Balotelli estuvo sobre el campo.

Todo lo que ocurría en San Siro era lógico, si bien el Atlético parecía algo fuera de sitio en algunos momentos. Para evitarlo se marchó el talento de Arda y entró la fuerza y el recorrido de Cebolla Rodríguez. No fue determinante para cambiar el encuentro, que siguió carente de un dominador y volvió a ofrecer ocasiones en las dos áreas, como la que tuvo Raúl García cuando disparó alto tras un centro de Juanfran.

Sí lo fue Diego Costa, que hizo lo que todo el mundo espera de él y del Atlético: aprovechar su momento. Ese momento llegó en un saque de esquina que remató el hispano-brasileño en el segundo palo, donde también se encontraba Miranda. El balón venía del primer palo tocado del milanista Abate. Los de Simeone no podían pedir más. Porque incluso encajando algún tanto el gol de Costa da media vida en la eliminatoria a los del Manzanares.

Eso no ocurrió y el choque terminó, cuando todo indicaba que no iba a ser así, con una nueva victoria del Atlético, un equipo destinado a sufrir en muchos partidos pero, a diferencia que en tantos momentos de su historia, ahora sufre para ganar. Y para ganar en la Champions. Nada menos.

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Gol de Diego Costa (Milan 0 - Atlético de Madrid 1)

Gol de Diego Costa (Milan 0 - Atlético de Madrid 1)