Paseo histórico del Real Madrid en Alemania

La delantera blanca juega con un Schalke superado por un Madrid imparable

Ronaldo y Bale celebran un gol con el resto de sus compañeros. / REUTERS

26/02/2014 - 22:45 h. CET

El trío de arietes del Real Madrid formado por Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo lideran una goleada blanca en Gelsenkirchen (1-6) que deja en evidencia el poderío blanco y la endeblez defensiva de un Schalke que acabó bloqueado y pidiendo la hora

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El terror alemán del Madrid terminó en fiesta y goleada. El Real Madrid dio una exhibición sobre el césped del Veltins-Arena ante una defensa, la del Schalke, que no dio muestras de merecer de participar en un partido de tal categoría. Ronaldo, Benzema y Bale disfrutaron en Alemania de una autopista sin peajes que no dejaron de recorrer hacia la portería de Fhrmann, que se dedicó a recoger una vez tras otra el balón de la red de su portería.

Arriesgó Ancelotti apostando por Bale y no por Jesé, en mejor forma en los últimos partidos, y, para variar, el italiano acertó. Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo lideraron el paseo de los blancos. Mención aparte para Di María, que desde que se 'acomodó' no ha parado de correr y pelear para no salir del equipo desde que Ancelotti le dio un nuevo rol en el centro del campo

El primer paso lo dio Benzema, Bale buscó una pared con Cristiano, pero el pase de tacón de luso tropezó en un defensa alemán para quedar suelto en el punto de penalti. En lugar del delantero apareció el '9' blanco, Benzema, que definió a la perfección delante del portero del Schalke.

El gol, en el minuto 13, fue el inicio de una goleada que pudo no ser tal si Draxler hubiera estado más acertado y Casillas más lento en la jugada posterior al gol de Benzema. El peruano Farfán centró desde la derecha y tanto Pepe como Ramos fallaron en el despeje por lo que el balón quedo muerto en el área pequeña para Draxler. La joven promesa alemán tocó el balón a gol pero se encontró con el vuelo de un Casillas pleno de confianza que atajó el balón. El rechazo del capitán blanco cayó a Meyer, que de forma inexplicable disparó alto.

Ahí se acabó el Schalke y empezó el show blanco, hoy naranja. Una jugada tras otra los delanteros del Madrid ridiculizaban a los defensas locales, incapaces de contener los arrebatos de Cristiano, Bale y Benzema. En el minuto 20 Benzema, criticado muchas veces por su indolencia, presionó a Santana, que le regaló el balón asustado al ver llegar al galo, que abrió los ojos de la nuca para ver a Bale. El galés se deshizo con una facilidad asombrosa de dos rivales con un movimiento rápido que acabó con un disparo pegado al poste de la portería del Schalke que acabó con el segundo gol blanco.

Diez minutos después apareció Cristiano, hipermotivado en su vuelta a los campos tras su sanción. Se marchó de Matip y reventó el balón con la mala suerte que se encontró con el poste en su camino al gol. Fue un aviso antes del descanso, Cristiano acababa de llegar y quería su gol.

Tras el aviso llegó el golpe, llegó el gol del luso. Cristiano se montó en la bicicleta para dejar a Matip en el suelo y lanzar un auténtico misil que se coló a la red para saciar el hambre de gol del Balón de Oro.

Tres goles se antojaban pocos para el espectáculo que estaba dando el Real Madrid en Alemania, tierra de tantos sinsabores que de repente desaparecían en un concierto de orquesta bajo la dirección de Ancelotti, que ha conseguido que su equipo esté en un punto óptimo en el mejor momento de la temporada.

El cuarto fue de Benzema, que recibió un pase de Cristiano de tacón para colocarse, una vez más, delante del portero del Schalke y volver a tocar la red. Doblete y asistencia de Benzema para reafirmarse como un '9' más que válido para el Real Madrid.

El quinto fue de Bale, que firmó su mejor partido desde que es jugador del Real Madrid y cada día se parece más al jugador que deslumbró en la Premier. Ramos robó un balón que dio a la carrera del galés sin mirar, como Laudrup. Bales controló y enfiló portería para marcar con su pierna izquierda el quinto.

Estaba acabado el partido para todos los jugadores menos para uno, Cristiano Ronaldo quería más, tras mucho tiempo sin comer por la sanción el luso estaba hambriento de gol y a semejante bestia con hambre es mejor no tenerla cerca. Benzema volvió a robar y le dio el balón a Cristiano, que siguió a pesar de la entrada del portero para hacer el sexto gol de la noche.

A pesar de que el Real Madrid marcó seis goles, el mejor de la noche lo hizo un holandés, Huntelaar, para el Schalke. Tras el sexto gol blanco Huntelaar se inventó una volea desde la frontal que pegó en el larguero y acabó con la imbatibilidad de Casillas, que ni con Diego López acompañándolo en la portería hubiera podido detener semejante misil.

La segunda victoria en la historia del Real Madrid en Alemania llegó de la mejor manera posible, con una goleada y con una exhibición ante el Schalke, un rival menor y con una defensa lejos de la excelencia de la Champions, pero meter seis goles fuera de casa en unos octavos de Champions es toda una muestra de que el Real Madrid de Ancelotti va muy en serio a por la Décima.