La mirada de Soledad: "Más riesgos de los que cree"

El debate sobre el estado de la nación tuvo ayer dos capítulos diferentes. El económico y el relacionado con Cataluña. Era lógico suponer que Mariano Rajoy iba a intentar que todo girara en torno a la recuperación. Pero al presidente se le fue la mano, de forma que lo que debía ser una exposición mesurada que llevara a los ciudadanos confianza en el futuro se convirtió en una portentosa exposición de logros que debió dejar boquiabiertos a los espectadores. El líder socialista, Pérez Rubalcaba, hurgó en esa herida y dejó ya perfilada cual será su línea de ataque en los próximos meses: el PP ha aprovechado la crisis para imponer una reforma económica y política radical, de derechas, que de otra manera no se hubiera atrevido a desarrollar. Es un mensaje político directo y comprensible que ayudará a marcar la identidad socialista, que hasta ahora era muy borrosa.

El segundo capítulo fue protagonizado por Rajoy y por Duran Lleida. El portavoz nacionalista, que representa al sector más moderado de CiU, intentó que Rajoy aceptara que existe un problema político en Cataluña, que el tiempo no ayudará a solucionar y que exige dialogo. La respuesta fue tajante: ni hay problema político ni habrá dialogo político. La táctica de Rajoy es dura: Convergencia está metida en un lio y su gobierno no piensa ayudar. Quizás tenga éxito con esa táctica de dureza, pero es también posible que Rajoy este asumiendo muchos más riesgos de los que ahora mismo cree.