El drama de la violencia de género

La Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea ha presentado un informe con la mayor encuesta realizada nunca sobre violencia de género. Queremos adelantarnos a este informe, evaluar las políticas de violencia machista dentro y fuera de nuestro país, contrastar datos, y sobre todo, buscar soluciones a esta lacra que sigue viva. Escucha la sección completa de 'Hora 25'

Cada suceso es una puñalada más. Desde el uno de enero de este año en España han muerto 12 mujeres víctimas de la violencia de género. Doce puñaladas que han terminado con doce vidas, con sus futuros y sus esperanzas. Con las de sus familias, sus amigos, sus vecinos, sus ciudades, en definitiva, doce puñaladas a toda la sociedad. Puñaladas que paralizan, incomprensibles, sin razones en un mundo que creemos evolucionado.

Lo peor es la muerte, el dolor, pero lo que sigue sorprendiendo es cómo hoy no somos capaces de acabar, desde dentro, desde cada uno de nosotros, -seamos hombres o mujeres-, con patrones anticuados, aprendidos, que provocan, primero la desigualdad y después, la violencia.

El valor de la posesión. Del hombre macho, tradicional, celoso y controlador. El valor de la mujer sumisa, doblegada, condescendiente. ¿Cómo cortamos de raíz esas formas de pensar, esos modos de actuar? ¿Cómo enterramos de una vez por todas la cultura del hombre protector y dominador? ¿Cómo, la de la mujer sometida y dependiente?

Este miércoles, la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea presenta un informe con la mayor encuesta realizada nunca sobre violencia de género. Sólo les adelanto un dato: tres de cada cuatro mujeres siguen sin denunciar los malos tratos.

"Fuera de España apenas hay visibilidad"

Por el programa ha pasado Blanca Hernández Oliver, delegada del Gobierno para la violencia de género. Hernández ha arrojado luz sobre la situación. La delegada ha señalado que aunque la violencia de género es un lacra en España, nuestro país es líder en sus políticas de respuesta al problema y a la hora de dar datos, transparencia, que ayuda a que el problema cale entre la sociedad. "Esos datos conciencian y en eso España es líder", ha señalado Hernández. "Trabajamos desde los medios y desde las instituciones para cambiar la mentalidad, esa dominación consentida. Nos falta concienciar absolutamente a todo el mundo. Personas cercanas, del ámbito escolar, sanitario, de las empresas. Se exige un cambio de mentalidad y hay que tener los ojos abiertos. La violencia existe y es insoportable", ha añadido.

Blanca Hernández ha dicho que siempre harían falta más medios, más recursos. "No solo en España, también en el mundo. Hacen falta medios, siempre, y seguir hablando del problema para buscar el cambio y para eso se necesita que todo el mundo actúe. En España se ha hecho algo que no se hace fuera donde apenas hay estadísticas, muchos quieren cerrar los ojos. Ponerlo en la mesa es hacer autocrítica y en eso somos valiente y no pasa en los países de nuestro entorno", ha concluido la delegada.

Durante años, se han difundido numerosas campañas de este tipo para concienciar frente a la violencia machista. Miguel Lorente, médico forense, experto en violencia de género y ex-delegado del Gobierno para la Violencia de Género en el Ministerio de Igualdad, fue uno de los responsables de algunas de estas acciones. "Falla mucho la falta de continuidad en todo lo que se hace y lo que se tiene que hacer. Cuando analizamos esa realidad, vemos situaciones que indican que estamos fallando. La violencia de género está en la sociedad, y la respuesta no está siendo proporcional al cambio que están asumiendo las mujeres al salir de ahí y contactar con las institucionales. Están aumentando el número de denuncias que se retiran", explica en 'Hora 25' cuando se le pregunta qué está fallando para que este tipo de campañas no funcionen.

El exdelegado para la Violencia de Género durante el gobierno de Zapatero atribuye el problema a dos factores. El primero, que "las instituciones a veces miran a las mujeres como casos, números o expedientes, y eso cuando es una violencia que afecta tanto, hace que te sientas instrumentalizada". Y por otra parte, habla de la relación social de esta lacra. "Fuera de programas específicos en medios de comunicación, de lo que más se habla es de denuncias falsas. Y cuando una mujer cree que no la van a creer, que van a dudar... esa inseguridad se convierte en pasividad, no se atreven a denunciar". "Por desgracia, la sociedad se ha acostumbrado a estos casos. En los medios, se ha trasladado de medios nacionales a medios locales. Esa presencia informativa le está quitando un poco de interés salvo casos muy llamativos", sostiene.

Miguel Lorente defiende el trabajo bien hecho en España al detectar y abordar este tipo de violencia. "Hay países que no sabían hace años cuántas mujeres habían muerto por esta causa. El estudio que va a presentarse en Europa va a resquebrajar la percepción de que la violencia machista es un caso de España, de la conducta latina". Explica que España, al darle visibilidad, ha hecho bajar los índices. El también médico forense cuenta que "el terreno de convivencia de una sociedad machista está cargado de trampas", haciendo referencia a las declaraciones de Shakira y su relación con Piqué. "Cuando te cuentan que la expresión de amor es control y posesión, puedes pensar que cuanto más te controla y limita, más te quiere. Hay muchas mujeres que me decían: "Me pega pero por lo menos le importo", concluye.

Hablan las víctimas

Por el programa también han pasado víctimas. Mujeres valientes que han querido contar su historia, alzando la voz contando sus pesadillas. Una de ellas es Elena, una mujer de 43 años que sufrió maltratos desde el momento en el que se casó, al principio era violencia psicológica, luego, con el tiempo, llegaron los golpes.

Elena estuvo casada de 1996 a 2007. "Al principio no veía las señales porque para mí era que estaba siempre detrás de mí. No lo veía, pensaba que me quería mucho, que estaba pendiente de mí", ha explicado la mujer. "Me costó muchísimo darme cuenta. Lo hice cuando estaba hundida y no podía más. Ellos empiezan con el maltrato psicológico y cuando no respondes llega el físico. Fue una psicóloga la que me quitó la venda, yo lo normalizaba todo", ha confesado Elena, que al venir de una familia católica pensaba que el matrimonio era para siempre.

"Me daba vergüenza que la gente se enterara"

"Todo mi entorno lo sabía, lo veía y yo lo minimizaba", ha continuado Elena. "Decía que no era así. Me daba vergüenza y miedo que la gente se enterara", ha añadido la mujer, que ha explicado que los hijos son los grandes olvidados de este tema. "Se dan puntos de encuentro a personas condenadas", ha lamentado Elena. "Aunque no se haya pegado a los niños de manera directa siguen pudiendo ver a sus hijos. El pequeño sigue viendo a su padre, la mayor no está obligada y no quiere. El pequeño está desestabilizado por completo", ha explicado Elena, que asegura seguir teniendo miedo y rabia por el daño que su expareja hace a su hijo.

"La venda se cae del todo con un hecho puntual en el que no pienso en mí, pienso en mis hijos. Pensé en qué les pasaría a ellos si a mí me pasaba algo. Así empecé a moverme, gracias a una amiga empecé a moverme", ha concluido Elena que tras muchos años consiguió salir adelante y superar aquella terrible etapa de su vida, aquella relación tóxica que casi acaba con su vida.

Elena y Ruth se conocen

Ruth también vivió los maltratos hace años, cuando era una niña. Fue su novio quien la maltrataba y a Ruth le costó mucho detectarlo. "Tenemos unos estereotipos en los que yo no me veía como mujer maltratada, no me veía en la cocina sangrando con una paliza. Para mí no era un problema mío, sino que a él se le iba la cabeza. Pero agredió a un amigo y a acosar a mis amigas. Y ya vi que no era un problema mío", relata.

Su madre, su familia e incluso sus amigas no sabían nada o no conocían la gravedad de este maltrato. Y todo cambió gracias a un amigo que la vio después de un suceso grave entre ambos. "Me dijo que tenía que contarlo o él lo contaría. Para que no lo contara, fui al centro de mujer. Al verme acorralada a contarlo, di el paso", explica. Ruth asegura que cometió el error de dejar la relación sin estar segura. "Si era un infierno, ya era insoportable. Tenía 800 llamadas en un día, me esperaba en casa, cuando salía de la universidad,... el acoso fue insoportable. No vivía, adelgacé muchísimo. Quería dejarlo con él por las discusiones no porque me viera como una mujer maltratada", sostiene en 'Hora 25'.

Sus padres la veían mal, pero no intuían nada. "Es muy complicado, pero mi madre sabía algo. Después de este suceso grave, no le conté nada, pero al llegar a casar, ella estaba dormida, se despertó y me dijo: "Te ha pegado". A partir de ahí me dio más apoyo y puse la denuncia", concluye.

Las campañas europeas más agresivas contra la violencia de género

Una epidemia en Reino Unido

Según cifras oficiales de la Policía, una de cada tres mujeres sufrirá a lo largo de su vida este tipo de agresiones que deja un saldo de dos muertes a la semana. Solamente en Inglaterra y Gales el pasado año 1,2 millones de mujeres fueron víctimas de la violencia doméstica. El conjunto de ONG que trabajan ayudando dieron cobijo a más 9.500 mujeres. A pesar del tamaño de estos datos, las cifras son solamente la punta del iceberg porque la mayoría de agresiones no se denuncia. Para tratar de prevenir el problema el Ministerio del Interior ha autorizado un polémico programa que permite comprobar los antecedentes de las parejas para ver si tienen antecedentes por violencia de género.

A pesar del esfuerzo gubernamental, el año pasado fueron asesinadas en Francia 148 mujeres y 26 hombres. Las campañas de prevención van destinadas a las mujeres que anuncios bastante directos y explícitos. Cada dos días mueren en Francia una mujer por los golpes de su pareja y cada seis minutos se comete una violación pero solamente el 20% lo denuncia. El Parlamento francés acaba de aprobar una ley de igualdad que enmarca los delitos y agrava las penas contra los agresores.