Lydia Loveless: la niña del bar vacío
Entre las cientos de actuaciones del South by Southwest de Austin resulta difícil destacar. La joven Lydia Loveless no lo tuvo fácil pero su concierto en un pequeño bar irlandés de la ciudad enamoró a la gente de Bloodshot Records que se lanzó a fichar a una chica que apenas tenía 20 años y un único álbum, pero en la que vieron el enorme potencial que desde 2010 ha venido demostrando en sus cuatro álbumes de estudio, el último –‘Somewhere else’- editado el pasado mes de febrero.
Esta chica de mirada seria y que luce una X tatuada en el corazón proviene de una familia musical que llegó a formar un grupo entre 2004 y 2007 compuesto por su padre y sus hermanas. Originaria de un pequeño pueblo de Ohio, la infancia de Loveless fue rural y marginal. Cansada de las mentes cerradas de su pequeña localidad, al cumplir los catorce años se fue a la ciudad a perseguir su sueño musical, allí, gracias a sus amigos, descubrió el punk y a los forajidos del country.
Las cosas no han sido sencillas para Loveless. Debutó en 2010, antes de fichar con Bloodshot, con un disco con el que no se sentía cómoda. Tenía 17 años cuando comenzó a grabarlo y no supo defender su sonido ante la presión del productor. Nunca más. Lydia salió corriendo. Poco después, lo que debía ser una irrelevante actuación en un pequeño bar acabó suponiendo el gran giro de su carrera.
Desde su debut, Loveless ha editado tres álbumes más que han valido comparaciones con la gran Neko Case o con Lucinda Williams, giras junto a Supersuckers e incluso una mención en Rolling Stone como una de las cantantes a tener en cuenta en 2014. En lo musical, el nuevo trabajo de Lydia Loveless fluye entre el country rock con tintes punk y un folk melódico donde la voz de esta joven artista da la razón a los disqueros que la ficharon tras verla cantar apenas unas cuantas canciones. Su rabiosa música remite a una vida dura, la chica ha tenido ansiedad social y problemas con la bebida, pero sobre todo transmite una emoción que no es propia de alguien tan joven con tan poca trayectoria. La voz de Lydia está cargada de fuerza, de confianza, de valor. Todo esto se plasma en ‘Somewhere else’, una deliciosa aproximación a la música de esta chica de mirada triste, de voz madura, de letras que hablan de soledad, de aislamiento, de sufrimiento.
