El hambre del líder devora al Levante

Los goles de Cristiano y Marcelo al inicio de cada período y un imcompresinble gol en propia puerta de Nikos permitne al Madrid dejar al Atlético de Madrid a tres puntos y al Barça a cuatro. El Levante pasó por el Bernabéu sin pena ni gloria, lejos de lo esperado por un equipo de Caparrós, solo Keylor Navas evitó una goleada.

El Real Madrid tiene hambre y eso es un peligro para sus rivales y una bendición para sus aficionados. Los blancos saltaron al Bernabéu ante el Levante como si fueran perdiendo por tres goles antes de empezar la contienda. La derrota del Barça en Pucela aumentó el hambre de Ronaldo y compañía, que fueron sin vacilar ni un segundo a por el partido, miminizando a un Levante en racha.

Ancelotti no cometió el mismo error del Calderón y puso de entrada a sus dos mejores laterales, Carvajal y Marcelo. Las subidas del canterano por la banda trajeron de cabeza a la defensa del Levante, incapaz de tapar los huecos que encontrabapor la banda derecha. Al buen hacer del canterano se le sumó Marcelo, que centrado y bien físicamente es, de lejos, el mejor '3' del planeta.

Era mucho Madrid para el Levante, que no mostró sobre el césped del Bernabéu esos atributos que Caparrós ha dado a este equipo. No fueron los granotas un equipo incómodo y pesado para su rival, que tardó solo diez minutos en romper el empate. Di María puso un centro a la cabeza de Cristiano, que en otro salto imperial aguantó en el aire más tiempo que cualquiera de sus rivales y remató al palo izquierdo de Navas, que llegó a rozar la pelota antes de que esta entrase.

El gol animó a un Madrid muy excitado, Di María se plantó delante de Navas, pero el arquero costarricense salió a toda velocidad para robarle la pelota al argentino. Acto seguido la jugada se volvió a repetir, con Benzema y otra vez el gato que tiene el Levante en la portería demostró su velocidad para quitarle el gol al delantero galo.

Tras media hora a 120 kilómetros por hora, el Real Madrid decidió levantar el pie del acelerador y dedicarse a dormir el partido ante un Levante que solo llegó a la portería de Diego López tras un fallo del portero lucense, que falló en el despeje de un balón aéreo en el que terminó arrollando a un delantero granota.

Pudo hacer el segundo gol Benzema, que remató de cabeza el enésimo buen centro de Di María pero la mano milagrosa de Keylor Navas rozó el balón lo justo para que el balón se estrellase en el poste.

Tras el descanso llegó el segundo. El Real Madrid, que nunca había sufrido, no tardó en sentenciar la victoria. Cristiano cedió un baló a la carrera de Marcelo, que amagó un bicicleta para crear con su pierna derecha un disparo que entró que forma impecable por el palo largo de la portería de Navas.

A partir de ahí el nervio del resultado se marchó, en el resto de la segunda parte el Bernabéu asistió a la expulsión de David Navarro, que entró por detrás a Cristiano Ronaldo en el centro del campo. Una entrada agresiva que le costó una roja tan evitable como debatible a Navarro. Dos veces remató el Real Madrid al larguero, una Benzema y otra Cistiano, pero el tercero del Madrid lo marcó de forma incomprensible Nikos. El central griego remató a su propia portería un centro inocuo de Marcelo.

Lo peor del partido llegó en la recta final, cuando Carvajal se lesionó solo. El lateral blanco se retorció del dolor y tuvo que marcharse en camilla sin poder apoyar su pierna. Afortundamente las primeras exploraciones hablan de un pinzamiento en la cadera, nada grave. Ese fue el único pero a un partido que en el que el Real Madrid demostró que su hambre y sus ganas por ganar esta Liga es infinitamente mayor que la de su rival en el próximo partido de Liga en el Bernabéu, el Barça. A cuatro puntos dejan los de Ancelotti a los catalanes y a tres al Atlético de Madrid.

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