La novela perdida del fondo del cajón
Los actos que rodearon el centenario de su nacimiento se celebraron por todo lo alto y al rebuscar entre sus archivos y papeles apareció ‘Una casa en la tierra’, una novela terminada en 1947 que nunca vio la luz y que este mes ha llegado a las tiendas de la mano de Anagrama, después de que el New York Times anunciase el descubrimiento en julio de 2012.
La lectura de este oscuro relato refleja el universo y las inquietudes del artista, su capacidad para dibujar retratos crudos, duros, pero con un halo de esperanza. ‘Una casa en la tierra’ es una obra inquietante, el relato de un matrimonio que intenta salir adelante en la crudeza de las tierras áridas de Texas. Ante la falta de oportunidades, de futuro, Guthrie ilumina el camino de la esperanza apoyándose en la solidaridad, en la lucha, en la justicia, en el amor, el sexo y el humor.
‘Una casa en la tierra’ es una obra clave para completar el universo artístico de uno de los compositores más importantes de EEUU, un hombre que iluminó al joven Bob Dylan y que en esta novela inédita muestra su capacidad para observar el detalle, para introducirse en el alma de sus personajes para compartir sus lamentos, sus sueños, sus esperanzas. Además, el músico muestra oficio a la hora de narrar con fluidez ante la falta de acontecimientos relevantes. La novela de Guthrie carece de una historia intrigante, es el relato de la rutina, de la vida de los menos agraciados, de gente joven que ansía una vida mejor para su descendencia, que sueña con poseer su propio pedazo de tierra en el que labrar un futuro y construir una casa, una casa de tierra, un hogar que resista los embistes del viento, del polvo, que aguante la crudeza de los inviernos y el castigo del sol.
La obra se Guthrie -editada por Douglas Brinkley y Johnny Depp- se suma al ‘boom’ de novelas de ficción firmadas por músicos, obras al margen de las memorias o biografías. Un salto complicado el de pasar de canciones de tres minutos a relatos de cientos de páginas, pero un salto que Guthrie completa con elegancia, con dosis de maestría que recuerdan el espíritu de John Steinbeck pero que no se termina de alejar del alma de muchas de sus canciones, que hacen que aquel ‘This land is your land’ (Esta tierra es tu tierra) tome un nuevo enfoque.
