La música y las medicinas para el alma
Has vivido en muchos sitios, dónde resides ahora
En París. Es una ciudad que adoro, que tiene algo especial. Ahora vuelve a coincidir que muchos artistas se han mudado aquí. Es una ciudad muy inspiradora, hay algo en el aire que no puedes explicar. No es la ciudad más conveniente pero tiene algo mágico, algo especial.
Recuerdas la primera vez que fuiste a París…
Claro. Es una cosa que no puedo olvidar porque me pasó algo gracioso. Fui con el colegio y en una calle me topé con un exhibicionista de esos que van desnudos debajo de la gabardina. Tenía 14 años y es una de esas cosas que no se olvidan, era muy pequeña.
Tu último disco salió en octubre y me ha gustado bastante. La crítica no fue demasiado amable con tu anterior trabajo, cómo ha ido la cosa esta vez…
Estoy muy feliz con las críticas. Cuando terminé el álbum estaba muy contenta por cómo había salido. Suelo estar contenta con todos mis discos pero tengo algo especial con este. Las críticas han sido muy positivas y siempre es importante lo que los periodistas digan de tu trabajo, pero en esta ocasión estoy feliz porque realmente han entendido lo que quería decir con el disco, han captado perfectamente la idea del álbum.
A mí me ha parecido un álbum muy realista con canciones valientes que hablan de lo que está sucediendo en Europa pero a la vez es un disco que ofrece esperanza a pesar de todo lo malo que hay. Creo que es un disco valiente. Además me ha gustado mucho la versión que haces del ‘I wonder’ de Rodríguez.
Muchas gracias.
Sueles hacer versiones en todos tus discos, ¿por qué elegiste esta?
Pues fue en un viaje a Sudáfrica, en el avión pusieron el documental (‘Searching for Sugar Man’). Yo no sabía nada de la película y me emocionó mucho. Lloré todo el vuelo y me inspiró muchísimo su historia.
Hace unos años hicieron un documental sobre ti pero no he conseguido encontrar ni el tráiler, ¿qué pasó?
Es gracioso que lo preguntes. Es verdad que me estuvieron filmando durante un par de años, me estuvieron siguiendo a todos los lados con la idea de hacer un documental con mi historia y con mi música pero nunca lo estrenamos. De hecho hemos pensando en seguir grabando, hacer una historia interminable.
Te han pasado muchas cosas importantes en tu carrera y has tocado en sitios increíbles con gente muy importante, ¿cuál dirías que fue el punto de inflexión?
Creo que firmar mi primer contrato fue el momento más importante. La persona que me dio esa oportunidad creyó en mí y siempre me dejaron ser yo misma. No intentaron cambiar mi música ni mis canciones para hacerlas más comerciales o exitosas y me respetaron como artista. Siempre me apoyaron desde el día uno y me dejaron hacer las cosas a mi manera. Toco y hago las cosas como las siento, quiero ser honesta y para conseguirlo necesitas un equipo de gente que te ayude a serlo. Sin plataforma, sin apoyo, no tendrás un sello, un altavoz desde el que hacer que la gente escuche tus canciones.
Desde muy pequeña aprendiste por tu cuenta a tocar distintos instrumentos. ¿Crees que ser autodidacta es importante o hubieras preferido tener una educación musical?
Creo que para mí ha sido importante no haber tenido clases o una educación de conservatorio porque para mí la música es una expresión natural, algo que surge de mí de un modo natural. Siempre digo que la música es como el amor. Nadie te puede enseñar a amar del modo correcto. Se puede enseñar el amor, su significado, pero luego tendrás que encontrar tu propio camino. La música es lo mismo, es medicina para el alma. Me hace sentir mejor y tengo la habilidad de hacer sentir mejor a otros. La música es algo espiritual.
Y una buena compañera, algo con lo que nunca estarás sola…
Muy cierto.
Fuiste madre por primera vez siendo muy joven, ahora tienes dos pequeños y con todo lo que implica el cuidado de dos niños me preguntaba cómo te organizas para poder verlos, escribir canciones, grabar, salir de gira…
Mi hija, que tiene tres años, está ahora mismo a mi lado. Mi hijo, de 8 años, viajó conmigo hasta el año pasado y ahora vive con su abuela a tres horas de París para poder ir al colegio y esas cosas. Siempre he pensado que era importante para ellos, y para mí, estar juntos. Creo que subestímanos a los niños y los niños tienen una gran capacidad de adaptación. Pueden vivir en cualquier lado, son espíritus abiertos, adoran conocer gente, aprender distintos idiomas. Para ellos es como un juego.
¿Les has enseñado algo de música?
Claro, para ellos es algo natural. Siempre me han visto tocar y para ellos la música es un juego. Mi hijo toca muy bien la batería y mi hija está todo el día cantando. Para ellos es más fácil que para los mayores. No tienen miedo a hacer cosas, es algo natural, sobre todo el ritmo.
He leído que ahora haces un alto en la gira para rodar una película en Haití con Raoul Peck, que fue ministro de Cultura de Haití y un director premiado tanto por sus películas como por sus documentales…
Sí, estoy muy nerviosa. Me presenté al casting y me dieron el papel de la protagonista. Nunca he trabajado en el cine y estoy un poco asustada. Creo que no sabía bien en lo que me estaba metiendo, no sabía que requería tanto trabajo y preparación. Tengo mucho que aprender y es un muy difícil entender el personaje. Ahora nos vamos más de un mes a Haití, la película es un drama de ficción que comienza diez días después del terremoto.
He visto también, y me ha llamado mucho la atención, que tu primer álbum fue número 1 en Polonia…
Sí, fue muy raro. Me lo dijeron tarde y me resultó interesante ver como la música viaja y puede llegar a gente lejana. También me hizo ver que la música es un lenguaje universal que puede ser entendido por gente que no habla el mismo idioma, que puede no entender la letra de la canción, pero que sí que comprende lo que el artista quiere expresar.
Aquí en España, como en Francia, hay mucha gente que no habla inglés, o que no lo habla muy bien, y ves que sin embargo se emocionan con canciones en inglés porque más allá de la letra están entendiendo algo, están comprendiendo parte del mensaje de esa canción
Totalmente. Puedes sentir el sentimiento de la canción, percibirlo de un modo especial a pesar de no comprender las palabras de la canción. Pero es algo que no todos los artistas pueden conseguir. La música es algo poderoso pero el intérprete tiene como misión conseguir transmitir esos sentimientos más allá de recitarlos.
He visto por Internet un vídeo tuyo en la televisión francesa cantando con Iggy Pop y para ser honesto he de decir que se te veía con cara de miedo…
(Ríe) Estaba muy preocupada porque era la primera vez que cantaba en francés y es verdad que estaba asustada. Leímos la letra de la canción de una pantalla y además el programa era en directo. La verdad es que fue divertido.
¿Cómo salió aquello?
Teníamos el mismo agente y me preguntaron si quería hacer la actuación con él. Iggy estaba grabando un disco en francés y me eligió a mí, que siempre canto en inglés. Es un hombre encantador y cariñoso, un hombre interesante con mil historias que contar. Estuvimos hablando de cuando vivía con David Bowie en Berlín y yo no podía parar de reírme, es un tipo muy divertido. Fue encantador, su novia también es muy simpática. Es nigeriana pero se crió en EEUU y nunca ha estado en Nigeria.
Tu padre es nigeriano y tú viviste allí cuando eras niña
Viví allí pero era muy pequeña y no fue mucho tiempo. He viajado allí bastantes veces con mi padre. La primera vez que fui por mi cuenta tenía 25 años y llevé mi hijo a que conociese a su abuela. Es un país mágico.
Y uno de los países del mundo con mejor música…
Sí, seguro. Hay una calidad musical increíble, está lleno de talento y hay cientos de artistas asombrosos que nadie conoce en occidente. Más allá de Fela Kuti o Tony Allen hay cientos de músicos que cuando los oyes alucinas y que luego, fuera de Nigeria, nadie ha oído jamás sus nombres. Es un país con una relación muy especial con la música.




