La crudeza del narrador y el año mágico del boxeador coreano
La historia del boxeador coreano no es la única que forma parte del cancionero de Sun Kil Moon, una banda intensa que con su nuevo trabajo confirma que Kozelek es uno de los compositores más interesantes de la escena musical, un artista capaz de indagar en sus raíces y en los problemas de la gente que le rodea para firmar un disco que bien podría ser un álbum de fotos de su infancia, de sus recuerdos, de las vivencias de la gente que le acompaña. Con esa idea, Kozelek se atreve a cantar a su madre en la tierna 'I cant live without my mothers love', también tiene un guiño a su padre en 'I love my dad' y a su abuela en 'Micheline'. Las historias que narran las canciones de 'Benji' se escapan de la temática habitual para descubrir los dramas y tragedias que afectan a la gente normal, a las personas que luchan por seguir, por tirar, por sobrevivir. Sus canciones parten de la realidad y, con una tratamiento honesto, llegan al oyente con melodías dulces, con coros amables, Will Oldham está detrás de varios de ellos, para ofrecer un retrato hermoso y crudo, como una novela, de la vida de los que rodean a Kozelek, que ha tenido el detalle de cambiar los nombres de los personajes.
Han pasado más de veinte años desde que este músico debutase en la música en Ohio y la vida no ha sido sencilla para Mark, pero el tiempo y la carretera han ido madurando la composición de este artista original y diferente que ha terminado por encontrar su propia voz, un estilo personal que en 'Benji' ha terminado por eclosionar hasta el punto de que el músico ha llegado a escribir reportajes en el ‘New York Times’ analizando sus propias composiciones. Esa madurez ha provocado que las canciones de amor, de rupturas, de chicos locamente enamorados hayan quedado atrás. "La vida se hace dura según te vas haciendo mayor y no escribes igual a los 47 que a los 25", comentaba Mark en una entrevista.
Por eso todo esto, 'Benji' es un disco especial, un trabajo que muestra un camino diferente para escribir canciones llenas de versos que narran historias reales en las que la metáfora pierde protagonismo. Las canciones de Mark tiran por una nueva dirección. Por un camino más arenoso y menos paisajístico que muestra el lado más cruel de la vida y de la muerte pero que deja espacio a una belleza diferente, la misma belleza que puede tener un combate de boxeo en el que se aprecian los golpes, la capacidad de levantarse de la lona y volver a caer. Las canciones pueden ser hermosas aunque narren tragedias, vidas anodinas, y estén protagonizadas por la familia, los amigos y los vecinos.
Sun Kil Moon actuó el miércoles en Barcelona y actúa este jueves en Madrid