¡Dese la vuelta, carajo!

Juan Diego, el actor. Poco a poco, con la voz quebrada y el gesto tabernario, ha ido escalando en calidad y su mirada se ha hecho más profunda; ha puesto en escena a perdedores y a golfos, ha sido profesor escéptico en un texto de Millás y ahora es premio por su actuación en Anochece en la India, donde interpreta a un hippy anciano que programa su propia desaparición. Son de su estirpe Sancho Gracia, Juan Luis Galiardo o Fernán-Gómez, y se parece a las miradas de Gassman y Pacino. Este país tiene la suerte de tenerlo. Como él diría, ante él hay que decir ¡dése la vuelta, carajo!