Lo que hacen no cabe en un comentario, sino en un asombro

Mientras los diplomáticos y los comentaristas ponemos en orden papeles sobre lo que pasa en el mundo, en Ucrania por ejemplo o en África, miles de médicos se preparan para curar las heridas, la enfermedad o el dolor que causan las guerras. Estamos en un mundo acolchado en el que sin embargo muchísima gente está dispuesta a dar su oficio y su vida a favor de los que son perseguidos por la justicia y la barbarie. Estos médicos sin fronteras, entre los que hay tantos españoles, se juntan estos días en Tenerife, y me invitaron a saber qué hacen. Y lo que hacen no cabe en un comentario sino en un asombro ante lo que muchos hacen mientras nosotros tan solo hablamos.