Telegrama a Fátima Báñez

Señora ministra de Empleo y Seguridad Social, la imaginamos complacida con el fracaso de las movilizaciones convocadas por las centrales sindicales para celebrar la fiesta del primero de Mayo, día Internacional de los Trabajadores. Es tramposo que mientras se destruye empleo y se reducen las prestaciones sociales, el Gobierno se sirva del retroceso aún más acelerada de la población activa como esperanza para conjeturar alguna débil rebaja del índice de paro. Pero su señoría debería encomendarse a la Virgen del Rocío porque el fracaso de los sindicatos deteriorará la situación.