No os pongáis exquisitos
No os pongáis exquisitos
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No es momento de ponernos exquisitos con el trabajo, ha dicho esta semana el vicepresidente de la CEOE y jefe de la patronal valenciana, José Vicente González. La situación nacional es tan dramática que no es momento de que los parados se pongan exquisitos cuando les ofrezcan un contrato o un salario basura, explicó. Y aún dijo más: no es momento de hablar de contratos o salarios basura. Aunque lo sean. Como estamos de basura hasta el cuello, no podemos ponernos exquisitos sino acostumbrarnos a comer basura y hacer como que no es basura sino un exquisito plato de lentejas. A eso hemos llegado. En eso consistía la reforma laboral. Devaluar el trabajo, aumentar la precariedad. En abril el 90% de los nuevos contratos han sido temporales. La tasa de temporalidad en España ya es del 27%, los contratos a tiempo parcial alcanzan el 16,2% y el salario ha caído un 9% en estos dos años. La indemnización por despido y el poder de negociación frente a la empresa también han disminuido. Pero no se ha conseguido crear más empleo. En dos años de reforma, se ha destruido un millón de puestos de trabajo, la población activa se ha reducido en 400 mil y hay medio millón más de parados. Pero no me hable de eso ahora, le dijo Rajoy a Pepa Bueno en plena euforia por la bajada del paro en el mes pasado. No es momento de ponernos exquisitos y hablar de la basura. Es momento de hablar de la recuperación. No podemos llamar contratos basura a los contratos basura pero tenemos que llamar recuperación a la pérdida de poder adquisitivo, trabajo y derechos laborales. No solo devalúan nuestras vidas, también el lenguaje. Tenemos que llamar recuperación a la recuperación de unos pocos a costa del empobrecimiento de la mayoría. Lógico que Botín esté tan contento que esta semana ha ido con otros dieciséis grandes empresarios a decirle a Rajoy que "lo está haciendo muy bien". Y tanto: nos han puesto a rebuscar en la basura y encima tenemos que darles las gracias. Ya lo dijo el corrupto Díaz Ferrán, otro jefe de los empresarios que son muy proclives a dar lecciones que ellos no se aplican: tenemos que acostumbrarnos a trabajar más y cobrar menos. Esta es la idea de recuperación del gran empresariado español. Ni innovan ni abren nuevos mercados ni crean puestos de trabajo ni mejoran el modelo productivo. Solo han cambiado la distribución de la riqueza. Más para ellos, menos para el resto. Han conseguido que nosotros nos traguemos la basura a dos carrillos mientras ellos no se privan del caviar ni en el desayuno. Ellos son muy exquisitos.