La mirada de Soledad: "Ayer naufragó un barco"

Ayer naufragó un barco en el que viajaban unas 400 personas cerca de la costa italiana. No está claro cuántos han muerto y cuantos han sido rescatados. El domingo se hundió otra barcaza frente a las costas de Libia: allí sí que dio tiempo a contar los cadáveres: son cuarenta. Hace pocos días, noticias de prensa relataron que 61 menores somalíes que viajaban solos, sin familia, fueron localizados a tiempo por la marina italiana. Y la BBC hablaba a principios de mes de "centenares de personas procedentes de Eritrea y Etiopia, abandonadas en el desierto entre Libia y Sudan". Por lo que se ve, nadie tuvo tiempo de contarles con exactitud, aunque se sabe que se recogieron unos 25 cadáveres.

Los organismos internacionales están avisando de la huida de miles de sirios, que ya no caben en los campos de refugiados y que escapan de una guerra que no da cuartel a la población civil. La guerra siria ha provocado ya más refugiados que los que causó la guerra civil española, pero no ha despertado ni una centésima parte de la conmoción que provocó aquella. Los españoles que huyeron de la guerra y de la represión no fueron bien tratados, pero por lo menos a nadie se le ocurrió llamarles "inmigrantes ilegales". Ahora, damos cuenta del hundimiento de barcos repletos de "inmigrantes sin papeles". Pero todos sabemos que es mentira. El barco que se hundió ayer estaba lleno de refugiados. Europa les cierra las fronteras y en España ni nos molestamos en exigir que se hable del tema durante la campaña electoral. Eso sí que es perder la memoria.